BOMBAY, India (AFP-NA). Miles de peregrinos y turistas permanecían refugiados en bosques ayer esperando ser rescatados, casi una semana después de que sorpresivas inundaciones y deslizamientos de terreno tuvieron lugar en el norte de India, destruyendo aldeas y dejando al menos 550 muertos, indicaron fuentes oficiales.Helicópteros y miles de soldados fueron desplegados para socorrer a las personas bloqueadas en lugares remotos de peregrinaje después de que las devastadoras lluvias del monzón cayeron en el estado de Uttarakhand, en el Himalaya, el pasado fin de semana.Los socorristas que lograron acercarse a los damnificados están cortando árboles y la vegetación para que los helicópteros militares logren aterrizar y evacuar a las personas que más lo necesitan, indicó un responsable del estado.“Miles de turistas hacen todo lo posible para rescatarlos. Las rutas fueron totalmente destruidas”, dijo.Más de 550 personas murieron en Uttarakhand y el vecino Himachal Pradesh, indicaron los organismos de control departamental. Sin embargo, los responsables locales advirtieron que el número de muertos podría aumentar considerablemente si el nivel de las aguas baja y los socorristas logran llegar a las zonas aisladas.Una diputada habló de 2.000 muertos, pero los servicios de urgencia no lo han confirmado. “La zona está completamente destruida, no queda nada”, aseguró a AFP Shaila Rani Rawat.Diez mil soldados han sido movilizados para socorrer a los siniestrados, a los turistas y a los muchos peregrinos que acuden a esta zona, conocida como el estado de los dioses por la cantidad de templos y de santuarios hindúes que alberga.Unas 50.000 personas continúan bloqueadas desde que la correntada arrastró casas y otras construcciones. Los puentes y las rutas estrechas que conducen a los pueblos objeto de peregrinaje también fueron destruidos, informó el Gobierno nacional.Más de 34.000 personas fueron rescatadas en los últimos días, anunció el Gobierno, mientras informes no confirmados señalaban a otras 13.000 personas “desaparecidas”.Las crecidas y los corrimientos de terreno destruyeron muchas casas y edificios y arrastraron coches, puentes y carreteras, dejando al menos 65.000 personas aisladas del mundo. En el vecino Nepal, el balance es de 22 muertos.La llegada del monzón con dos semanas de antelación pilló desprevenidas a las autoridades y puso de manifiesto una vez más las lagunas de los planes de prevención y de socorro nacionales.En tanto, al menos diez personas murieron y varias quedaron atrapadas entre los escombros tras el hundimiento de un edificio de viviendas de tres pisos de las afueras de Bombay ayer de madrugada, última catástrofe de este tipo en la capital económica de India. “Hay al menos diez muertos, cinco adultos y cinco niños. Nueve personas están heridas de levedad”, declaró K.P.Raghuvans, responsable de la policía del distrito de Thane, a 35 kilómetros del centro de Bombay.Entre los fallecidos figura un bebé de dos meses y un niño de siete años, precisó Sandeep Malvi, portavoz de las autoridades locales. Según Malvi, las lluvias del monzón podrían haber causado el accidente, pero “no podemos decir que sea la única causa”. La policía informó de que se había abierto una investigación sobre las causas de este hundimiento, el tercero que se produce en varios meses en Bombay.




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