ELDORADO. “Nosotros no tenemos problemas en limpiar, pero lamentamos tener que suspender las clases para hacer la limpieza porque ya no podemos seguir estudiando en estas condiciones”, definió la estudiante Carla Villalba (23) la situación que viven por estos días en el Instituto de Formación Docente (IFD) de la Normal 11 de esta localidad. Dado que hace años la institución no cuenta con portero, el jueves pasado decidieron suspender el dictado de clases y realizar una jornada de limpieza de las aulas.Entre los diferentes cursos de las carreras Profesorado en Nivel Inicial y Profesorado de Primaria, se organizaron para comprar elementos de limpieza durante la semana y el día señalado, literalmente se arremangaron para hacer una limpieza de su lugar de estudio.¿Se puede estudiar así?En la escuela funcionan tres turnos mañana, tarde y noche (se cursa el IFD), y la población total es de cerca de 1.500 estudiantes. Comparten aulas y baños, que mal limpiados arrancan la jornada y terminan en un deplorable estado para las 18, horario en que entran a clases los cerca de 400 estudiantes de este IFD.El problema no termina en la falta de limpieza. Ocurre que no hay recursos para realizar el mantenimiento que garantice tener agua en los baños, e incluso reponer los vidrios de las ventanas de los cursos. “Las noches de frío es casi imposible concentrarse para estudiar, porque corre mucho viento y las ventanas están rotas”, indicó Villalba, quien es oriunda de Puerto Iguazú y que con mucho sacrificio se radicó el año pasado en Eldorado para cursar la carrera. Como ella, decenas de jóvenes han elegido la docencia como profesión, pero como están dadas las cosas en la escuela, y con las incomodidades que genera estudiar sin agua y en la mugre, el trayecto de aprendizaje se torna por momentos una prueba de fuego. “Hay chicos que vienen de lejos, les cuesta mucho pagar el alquiler o viajar para venir a cursar y cuando llegan se encuentran con esto. Muchos dejaron por ese motivo”, dijo Villalba. En espera de un porteroLa vicedirectora Micaela Estefani, quien acompañó la iniciativa de los estudiantes, destacó que desde la dirección provincial de los IFD, la profesora Paola Toledo ya comprometió la designación de un portero para la escuela. Hasta entonces, se hará cargo de la limpieza una mujer que se había ofrecido a hacerlo voluntariamente. “Una señora se ofreció a limpiar la escuela ad honorem, pero entre los estudiantes decidimos juntar dos a cinco pesos por mes por cabeza para pagar de alguna forma su trabajo”, indicó una alumna.





Discussion about this post