El cierre de la inscripción de frentes y alianzas de cara a las Primarias Abiertas y Simultáneas (PASO) dejó plantada la oferta al electorado en este preámbulo de las legislativas de octubre a realizarse sólo un mes antes -en agosto-, de acuerdo a la reforma política que aprobó el kirchnerismo en 2011.En un escenario volátil por definición, las alianzas que se cristalizaron al cierre del plazo de inscripción reflejaron la emergencia de una nueva matriz política en el país, con diferencias y similitudes notorias respecto al período histórico en el que se conformó el bipartidismo tradicional, hoy limitado a ser una referencia simbólica de un imaginario político en transición. Los cabildeos y los acuerdos de dirigentes, sin principios definidos, que se suceden en un escenario en constante fragmentación, pusieron en crisis a agrupaciones como el FAP de Hermes Binner, la más votada de la oposición en los comicios de 2011; y al propio oficialismo, en el que sobresalen las tensiones entre la Presidenta y el gobernador Scioli.Pese a tratarse de elecciones legislativas, las que se realizarán el 27 de octubre vienen recargadas por la coincidencia con el cierre de un ciclo político y económico, el iniciado en 2003 con la llegada del presidente Néstor Kirchner al poder, sostenido por las llamadas “tasas chinas” de crecimiento.La llegada de Cristina Kirchner a la Casa Rosada, en 2007, fue, a su turno, el comienzo de una etapa de ralentización del crecimiento, acompañada de fuertes turbulencias políticas en la que la protesta de las entidades ruralistas; que por primera vez en la historia formaron una central que une a los grandes y pequeños propietarios, le puso su sello a un debate por el que aún hoy transitan las tensiones políticas nacionales. El fracaso de la Resolución 125 y el revés electoral en las legislativas de 2009 no hicieron mella en el gobierno kirchnerista, que supo reponerse y remar contra la corriente hasta la victoria electoral de 2011, que se adjudicó Cristina por mérito propio, pero también por la ayuda que le significó la muerte inesperada de Néstor Kirchner en 2010; y el fiasco opositor en el Congreso. A menos de dos años de ese triunfo oficialista, el conflicto con las entidades ruralistas reaparece de la mano del paro agropecuario que inició ayer la Mesa de Enlace, haciendo hincapié en el cierre del diálogo por parte del gobierno. El ministro de Agricultura Norberto Yauhar, en tanto, aclaró que el Gobierno no se sentará a dialogar con la mesa de Enlace pero invitó a dialogar más de una vez -y sin éxito- a cada dirigente por separado. El titular de la Federación Agraria Argentina, Domingo Buzzi, no ocultó el vínculo con el pasado conflicto, al resaltar que el paro se iniciaría en “el mismo lugar donde en 2008 comenzamos a gestar la mayor huelga agraria desde el Grito de Alcorta”, y afirmar que para los productores “la situación no ha cambiado”. La Corte en guardiaEl eje del debate que acompaña al incio de la carrera hacia las elecciones legislativas, sin embargo, se traslada hoy -a diferencia de las legislativas de 2009- a la cuestión institucional, representada en la reforma judicial que se aprobó en base a la mayoría oficialista en el Congreso, cuyo capítulo más controvertido es la elección popular de los integrantes del Consejo de la Magistratura, acompañada del aumento de los miembros de ese organismo. Tras más de diez planteos que impugnaron la constitucionalidad de la reforma, la jueza federal con competecia electoral María Servini de Cubría produjo el primer fallo sobre la cuestión de fondo, considerando inviables tanto el aumento del número de consejeros, como el sistema de elección popular.El sesgo partidario que se adjudica a la reforma -al ordenar que sean los partidos los que presenten los candidatos a consejeros- tendría una fuerte oposición en la Corte Suprema de Justicia, que aceptó con rapidez el Per saltum introducido por el Ejecutivo, tras el revés judicial; y que fallaría con celeridad, según lo había anticipado el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti. Hasta ayer, se estimaba que el pronunciamiento de la Corte podría producirse, luego de que haga lo propio la procuradora Alejandra Gils Carbó, el próximo martes, pasado el feriado largo.La misma jueza Servini de Cubría, previamente, había suspendido la inscripción de candidatos, dejando que se abra un impasse de incertidumbre. En este contexto, el jueves la Corte admitió también los pedidos de salto de instancia que presentaron tanto el Ejecutivo como el Grupo Clarín, por el fallo de la Cámara Federal Civil y Comercial sobre la Ley de medios, aprobada en 2009, pero aplicada sólo parcialmente debido a los reclamos judiciales del multimedio.Poder amplificadoEn la provincia, la campaña para las anticipadas elecciones del 30 de junio próximo tiene en el oficialismo a su más notorio participante, favorecido por la particular factura del proselitismo oficialista, en el que los candidatos son exhibidos en el marco de actividades oficiales del Gobernador y sus funcionarios, o del presidente de la Legislatura, obviando las diferencias entre el Estado y el partido de gobierno. Todo es pasible de ser convertido en cotillón de campaña en el marco del despliegue oficialista que, como el kirchnerismo en octubre; llega a los comicios del 30 de este mes con el peso de una década de ejercicio del poder a sus espaldas, período en el cual el Frente Renovador-tras pasar por la experiencia de una Legislatura en manos de la oposición- construyó hasta arribar a la actualidad un férreo y curioso esquema dual de poder.La traslación del eje de las decisiones del Ejecutivo que encabeza Maurice Closs a un Legislativo amoldado a los intereses del liderazgo que ejerce Carlos Rovira -ampliado para ello en su jurisdicción, sus atribuciones, y hasta su presupuesto- contuvo en los últimos años las tensiones internas, sólo que al precio de desdibujar la investidura gubernamental e invisibilizar el debate legislativo, componente sustancial en la tradición de este Poder del Estado. A pesar de la acumulación de vicios institucionales que no son menores, en el interior del aparato oficialista se viven tiempos de tensión, porque habría una merma importante en su caudal de votos en relación con otros comicios. De lado de la oposición, Trabajo y Progreso, de Claudio Wipplinger; la UCR y el partido de “Cacho” Bárbaro alcanzarían la cifra repartidora. Más allá de estas especulaciones hegemónicas, es notorio que tanto el PJ misionero como la UCR -canteras hist&oa
cute;ricas de la dirigencia provincial- sufren no sólo por una menor influencia en el electorado, sino que los persigue la sombra de una inexplicable incapacidad para resolver, con transparencia y coherencia política, las internas entre dirigentes. A partir de ello pierden lo esencial de su capital simbólico, ser reservas de militancia ética y democrática, frente a los excesos aparatísticos del FR.Esta semana, esta decadencia se hizo patente en el conflictivo desalojo de la sede del PJ, tomada vandálicamente hace semanas por un grupo de militantes adversos a la conducción de “Juanchi” Irrazábal. El FPV, que conformó el senador Irrazábal, pareciera haber perdido la iniciativa, probablemente por el desinterés del kirchnerismo en la elección provincial.En tanto, este miércoles se cerró también en Misiones la inscripción de listas para las PASO de agosto, en las que Misiones renovará parte de su representación en el Congreso nacional, destacándose la incripción del Frente Unidos. Se estima que los alineamientos nacionales explican la sorpresiva confluencia entre el PRO; Unión Popular, de Ramón Puerta; el SET de los hermanos Velázquez, y otros partidos. En ese contexto, Puerta ya anticipó que será candidato a diputado nacional en agosto, puesto que se disputaría en internas entre las distintas fuerzas del frente, al cual desde el sector de Wipplinger se le niega esa característica. En Trabajo y Progreso aclaran que se trata de un espacio, no de un acuerdo para trabajar en conjunto, y que una vez resuelta la puja -para la que este sector impulsaría a Jerónimo Lagier- “el que gana se queda con la lista completa”.




Discussion about this post