POSADAS. Hace quince años el fanatismo y la pasión por Queen llevó a cuatro jóvenes de Rosario (Santa Fe) a emprender un desafío que los llevaría a ponerse en la piel de los integrantes de la mítica banda y que cambiaría sus vidas. Así nació “Dios Salve a la Reina”, la banda tributo que cautivó al público, trascendió las fronteras y llegó a escenarios de Europa y Sudamérica. Hoy, por primera vez en la capital misionera, Pablo Padín (cantante), Matías Albornoz (batería), Ezequiel Tibaldo (bajista) y Francisco Calgaro (guitarrista) interpretarán el mítico show que Queen dio en el estadio de Wembley, en 1986, y promete ser memorable. La cita es a las 21.30, en el auditórium del Montoya y las entradas se pueden adquirir a lo largo de la jornada en la boletería del Instituto. En la tarde de ayer, Pablo Padín, quien interpreta a Freddie Mercury, y el baterista Matías Albornoz (en el rol de Roger Taylor) visitaron PRIMERA EDICIÓN e hicieron un repaso de la historia del grupo.Dios Salve a la Reina “surgió desde el fanatismo, la pasión, empezamos a tocar las canciones y de repente empezamos a mimetizarnos, a poner vestuario, luces y en 2003 ganamos un concurso que hizo que toquemos en Liverpool y siempre decimos que a raíz de ese concierto se produjo un cambio radical en la banda que nos permitió hacer giras internacionales”, recordó Pablo Padín. “Veníamos haciendo teatros chicos en Buenos Aires y a partir de allí fue un salto vertiginoso, tal es así que cuando volvimos de tocar en Inglaterra hicimos un Gran Rex y después vinieron Luna Park y las giras al exterior”, agregó.En cuanto a la construcción de cada uno de los personajes que inmortalizaron a Queen: Freddie Mercury (vocalista), Brian May (guitarra), Roger Taylor (batería) y John Deacon (bajista), Padín contó que este trabajo artístico “fue evolucionando, se fue puliendo desde el comienzo, estuvimos todo 1998, en el año 99 empezamos a hacer un par de conciertos, ya teníamos la imagen, y en 2000 comenzamos a hacer teatritos, a poner luces, vestuario, había empezado a usar la famosa chaqueta amarilla, el guitarrista empezó a utilizar una peluca como Brian May, de a poco fuimos mimetizándonos y ensayando mucho para que el sonido Queen se logre”, detalló el cantante. Una vez arriba del escenario se produce la magia, Padín es Freddie y cada uno de los músicos encarna a los de la legendaria agrupación. “Suena el primer acorde y se produce la metamorfosis, todos de adolescentes consumimos Queen, fuimos fanáticos y hace quince años que hacemos esto, por lo que los personajes se fueron desarrollando con todo lo que incorporamos de la banda en nuestra adolescencia y de mucho trabajo posterior”, resaltó Pablo.Matías Albornoz expresó que “nos planteamos mantener viva la esencia, la pasión, lo que Queen nos hacía sentir arriba del escenario y transmitir eso a las nuevas generaciones que nos escuchan”. Antes de despedirse, Pablo Padín abrió la invitación: “Vengan a ver el concierto que no los vamos a defraudar, es un show que van a recordar por un largo tiempo”.





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