POSADAS. La estratégica empresa Aguas de Misiones Sociedad del Estado parece seguir los pasos de la empresa eléctrica provincial, pues desde su inauguración viene devorando decenas de millones de pesos que se recaudan de los impuestos públicos y el Gobierno provincial le entrega como aportes de capital; pero sin obtener, hasta el momento, las respuestas que debería dar según los motivos de su creación.La empresa fue creada por ley hace tres años, con el objetivo de explotar económicamente el agua del acuífero guaraní con la finalidad de obtener recursos económicos y financiar la construcción de obras de agua potable en las ciudades -y para las familias- que todavía no cuentan con el servicio; que representan casi el 40% de la población de Misiones.Entre sus fundamentos se describió que “el uso lucrativo del agua debe ser reservado a la Provincia al solo efecto de asegurar recursos económicos que se vuelquen a la generación de un sistema de acceso al agua potable para toda la población”. “Ese uso será beneficioso en la medida que cumpla una rígida finalidad de obtener recursos que se reviertan hacia obras hidráulicas que beneficien a la comunidad”, se agregó. Finalmente se aseguró en la ley que “los beneficios económicos resultantes de la actividad de Aguas Misioneras se volcarán a financiar la realización de obras hidráulicas en nuestra provincia, permitiendo que aumente sensiblemente el universo de beneficiarios. Aguas Misioneras aportará lo suyo para que ese financiamiento sea rápido, accesible y expeditivo”.Hasta la fecha la empresa se ha introducido y consolidado en el mercado local, instalando la sus productos en la mayoría de los negocios gastronómicos, hoteleros y turísticos de la tierra colorada; compitiendo con las marcas privadas que antes operaban ahí.Pero ha tenido el costo de consumir decenas de millones de pesos en diversos planes de inversión que se han llevado adelante para amplificar su negocio. Pero no ha dado a conocer la situación de sus finanzas, su generación de recursos genuinos y proyecciones de ingresos para tener dimensión de los trabajos futuros.No se ha informado desde Aguas de Misiones ni un solo caso donde se haya beneficiado con una conexión de agua potable a una familia que no cuenta con este servicio, que además es un derecho. Tampoco se han tenido noticias de obras que se financien con la ganancia de Amse para abastecer del servicio a la población misionera.Al parecer, todo el recurso que recibió fue a parar a la misma empresa, para innovar en otros diseños y productos, para seguir creciendo, pero todavía obviando su finalidad de brindar agua a la población.Millones y millonesAdemás del capital inicial que recibió en 2010, al año siguiente (2011) se le entregó un subsidio de 2 millones de pesos. Algunos esperaban que con esa inversión pueda en pocos meses obtener utilidades para invertir. Pero la realidad ha mostrado otra cara.Mediante el decreto 1.034 del 27 de julio del año pasado, el gobernador Maurice Closs autorizó la entrega de 4 millones de pesos a la empresa Aguas de Misiones como aporte de capital por pedido de la institución.El pasado miércoles 13 de febrero apareció el decreto 1.924/12, del 3 de diciembre, por el cual el gobernador ordenó depositar un “aporte irrevocable de capital a cuenta de futuras emisiones de acciones por la suma de 5 millones de pesos” para la empresa Aguas Misioneras Sociedad del Estado (Amse). Es para “dar continuidad a las inversiones en el marco de los proyectos de inversión de “Aguas Saborizadas” (Planta Campo Grande), “Botellón de seis litros” (Planta San Javier) y “Gourmet” (Planta Santa María)”, según se argumentó.Más cerca en el tiempo, el pasado 15 de abril de 2013, el mandatario provincial firmó el decreto 295 por el cual le entregó a la empresa de agua 6.480.000 pesos como aporte irrevocable de capital a cuenta de futuras suscripciones de acciones.La entrega de fondos se fue acelerando rápidamente en el último año, con sumas más abultadas.El “aporte de capital” es el mismo mecanismo que se utiliza para hacer entregas de dinero a Emsa, otra empresa que se encuentra prácticamente quebrada y que necesitó casi 100 millones de pesos en los últimos seis meses.Lo de Amse no fue tanto, ya que su cantidad de personal es diez veces menor que Emsa, pero a juzgar por su capacidad de generar recursos propios, se esperaba que la empresa de agua del Estado a esta altura cuente con financiamiento propio para obras en los municipios. Un gran negocioLos críticos plantean que antes de vender agua al extranjero por millones de dólares y euros que no se sabe dónde terminarán, se debería priorizar el abastecimiento interno a las miles de familias que no tienen agua potable para consumir en el interior de Misiones. Por otra parte, un informe elaborado por especialistas destaca que beber agua embotellada cuesta, en promedio, entre 500 y 1.000 veces más caro que, simplemente, tomar agua de la canilla. Por ejemplo, un botellón de doce litros cuesta alrededor de 12 pesos, mientras que el agua en red, en promedio, se paga alrededor de 5 centavos por litro. Es un consumo casi de lujo que en el mundo crece a un 12% anual, pero esa cifra en Argentina es aún mayor: según datos de la consultora CCR, en diciembre de 2007 los argentinos gastaron, sólo en agua mineral, un 29% más que en diciembre de 2006. “Las empresas que venden agua han sido muy eficientes en su marketing de combinar el agua embotellada con el símbolo de salud”, sostuvo Lilly Roth, de Avina, ONG especializada.





Discussion about this post