PRETORIA, Sudáfrica (AFP-NA). El ex presidente sudafricano Nelson Mandela se aprestaba a pasar su tercera noche en el hospital en el que fue ingresado el sábado en estado “grave” por una neumonía, mientras que Sudáfrica permanecía dividida entre la inquietud, la resignación y el deseo de que tenga un final digno. Desde el anuncio de su hospitalización, la presidencia todavía no ha dado ninguna información sobre su estado.La última información médica indicaba que su situación era “grave pero estable”. El ícono de la lucha contra el apartheid cumplirá 95 años el 18 de julio. En dos años y medio, éste es su cuarto ingreso por un problema pulmonar. Aunque se suceden los deseos de una pronta recuperación, esta vez las voces que dicen que incluso los héroes tienen derecho a morir se han hecho más fuertes. “Es hora de dejarlo partir” titulaba ayer en primera plana el diario Sunday Times.





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