POSADAS. Según la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños y jóvenes de 5 a 17 años deben invertir como mínimo sesenta minutos diarios en actividades físicas para mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles.Sin embargo, la mayoría de los chicos de entre cinco y doce años (78,3%) realiza menos de tres horas semanales de actividad física programada. Es decir, que para la mayoría de la infancia escolarizada en la educación primaria los únicos estímulos son los de la clase de educación física (41% de los chicos escolarizados sólo tiene un estímulo semanal). Asimismo, el 30,1% de los chicos de entre cinco y doce años pasa menos de una hora por día jugando al aire libre, desarrollando actividades como andar en bicicleta, patines, correr, jugar al fútbol, entre otros. Lo reveló la Encuesta 2012 -Barómetro- de la Deuda Social Argentina que año a año realiza el Programa del Observatorio de la Deuda Social Argentina del Universidad Católica Argentina (UCA).Un derecho fundamentalLa Unesco (1978), en la Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte, establece que la práctica de la educación física y el deporte es un derecho fundamental para todos en términos de acceso y que es indispensable para el desarrollo de la personalidad. El derecho a desarrollar las habilidades físicas, actitudinales e intelectuales por medio de la educación física y el deporte debe garantizarse tanto dentro del sistema educativo, como en los demás ámbitos de la vida social. Asimismo, en esta carta se señala que a nivel del sujeto la educación física y el deporte contribuyen a preservar y mejorar la salud, a proporcionar una sana ocupación del tiempo de ocio y a prevenir algunos de los inconvenientes de la vida moderna. Mientras que a nivel del colectivo, enriquecen las relaciones sociales y desarrollan competencias colectivas que son recursos valiosos para la vida en sociedad.Algunos condicionantesLa investigación señala que los niños del estrato social muy bajo juegan más afuera que los del estrato social medio (35,4 y 28,9%, respectivamente). En tanto que los niños que viven en espacios socio-residenciales sin plazas o parques cercanos la baja frecuencia promedio de juego al aire libre es aún mayor. En otro orden de actividades extraescolares, el informe señala que más de ocho de cada diez niños no suele realizar actividades artísticas y el 60% suele estar expuesto a pantallas más de dos horas por día.Ocurre que en los últimos años los hogares han ido incorporando de modo creciente nuevas tecnologías, como computadoras, celulares, DVD, entre otras pantallas, que al parecer fueron transformando las preferencias de algunas infancias y adolescencias a la hora de elegir las actividades de su tiempo libre. Las múltiples pantallas a las que se exponen los chicos y las chicas suelen encontrarse también entre los principales espacios de socialización y vínculo con pares así como también de construcción de subjetividad. No obstante, desde el Informe sostienen: “Cabe preguntarse en qué medida el uso de tecnologías y la participación en redes sociales ha efectivamente desplazado a la práctica de juegos activos al aire libre y conllevado a un incremento de los hábitos sedentarios entre los niños/as y adolescentes”.Escolarización plenaEntre 2010 y 2012 en la Argentina urbana la tasa de escolarización en los niños y niñas en sala de cinco años es casi plena, al igual que en la escuela primaria. No obstante, aparece un fuerte déficit en la educación secundaria, donde cerca del 30% de los adolescentes no concluye sus estudios medios.En lo que respecta a la jornada extendida, impulsada por la Ley de Financiamiento Educativo, la inclusión de jóvenes en esta modalidad no alcanza los dos dígitos en ninguno de los niveles de enseñanza. Asimismo, el proyecto que estaba pensado como estrategia de inclusión de los sectores sociales más desfavorecidos es casi exclusivo de las instituciones privadas a las que concurren las poblaciones más aventajadas en términos socioeconómicos.





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