POSADAS. La deficitaria empresa Emsa no habría reintegrado ni la mitad del dinero de más que cobró a los usuarios en el mes de marzo, cuando las boletas vinieron “infladas” en casi un 100% respecto a febrero, tras la excusa del presidente Sergio Ferreira que se trató de un “error humano”.Pasaron más de dos semanas desde que se distribuyeron las boletas con aumentos que fueron desde el 60% al 200% respecto al mes anterior; sin que haya mediado un incremento tarifario. Ante la reacción masiva de los usuarios perjudicados por la inexplicable medida, el titular de la empresa explicó que se trató de un “error humano” y que se refacturaría cada caso.Sin embargo, la refacturación o la devolución de la suma cobrada de más no es masiva ni automática por parte de la empresa, sino que cada usuario que crea que fue “estafado” por este “error humano” debe perder tiempo y recursos propios para acercarse a la sede de la empresa y plantear el reclamo ante los empleados administrativos.“Los casos puntuales donde tengamos inconvenientes, se vienen con la factura, se le va a refacturar y se hace una medición con verificación in situ”, dijo Ferreyra. Entonces, la empresa que cometió el error, pone el duda los reclamos y auditará cada caso.De acuerdo a datos a los que accedió PRIMERA EDICIÓN, ha sido menos del 20% del total de boletas sobrefacturadas las que se facturaron nuevamente o se acordó un débito en la próxima boleta, el resto no se acercó a la empresa o averiguó y quedó en volver a plantear la situación, pero no lo hizo.Quiere decir que la empresa se habría quedado con una importante suma de dinero que cobró de más a los usuarios del servicio y que sólo devolvió en los casos con planteos concretos.Según agentes de altos cargos de Emsa a los que consultó este diario, la facturación de marzo se habría incrementado en un 50% respecto al mes anterior, acercándose a los 50 millones de pesos, cuando el promedio mensual oscila en los 37 millones de pesos.“La gente paga porque quiere evitar problemas, no quiere atrasarse y teme que le corten la luz si no paga”, explicó un subgerente consultado.Es la segunda vez en los últimos cuatro años que ocurre lo mismo. En la gestión del presidente anterior, Héctor López Ricci, se aplicó un exorbitante aumento injustificado, que luego se atribuyó a un error de facturación y que tampoco se reintegró a todos los afectados ya que muchos no plantean los reclamos por falta de tiempo o interés; o por las pocas expectativas en que le resuelvan el problema.Todavía está en marcha una causa judicial por aquel caso, que la empresa perdió en primera instancia contra un grupo de usuarios a los que se le cobró entre 30 y 120% más de lo que venían consumiendo.Por aquel caso, la Justicia provincial ordenó a la empresa anular las facturas que emitió entre diciembre de 2008 y febrero de 2009 a un grupo de usuarios porque estaban mal efectuadas y se pretendía cobrar el doble de lo que en realidad consumieron.Para llegar a esta conclusión, la jueza ordenó el peritaje de una contadora pública que revisó todo el marco legal de distribución de energía eléctrica y los aumentos establecidos en los últimos tiempos para los usuarios en la provincia.La profesional llegó a la conclusión de que tales aumentos fueron indiscriminados, sin seguir una lógica ni tener relación con los aumentos establecidos en esa fecha por la Secretaría de Energía de la Nación y por Emsa. La perito descubrió que los cuatro usuarios que efectuaron la demanda sufrieron aumentos de entre 32% y 124% en el monto a pagar pero no habían tenido mayor consumo energético.La empresa en ese entonces era presidida por Héctor López Ricci y según pudo averiguar este diario, se estaba probando un nuevo sistema de facturación. Emsa, en ese momento, recibió una catarata de reclamos pero no reconoció institucionalmente el error. En algunos casos puntuales, donde los afectados se acercaron a plantear el reclamo, se les reconoció la diferencia cuando se comprobó el error.En el fallo, la jueza Civil y Comercial 2 María Teresita Berti de Benmaor señala que “…estamos en condiciones de afirmar que en el período que la parte actora solicita la nulidad de las facturaciones, corresponde dejarlas sin efecto…”.“Por ello corresponde hacer lugar a la demanda, declarando nulas las facturaciones formuladas por la demandada en el período comprendido entre diciembre de 2008 y febrero de 2009 respecto al consumo de los actores, las que arrojan el resultado arribado, por la perito en su dictamen pericial. A partir de la prueba aportada y conforme la pericia en la materia es que resuelvo acoger la demanda”, añade el texto de la magistrada; por lo cual declara nulas las mencionadas facturaciones.Da la casualidad de que los “errores humanos”, que le habrían otorgado una gran ganancia económica a la empresa, se producen en los casos pocos meses antes de una elección provincial legislativa.





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