PUERTO IGUAZÚ. El último jueves se llevó a cabo un operativo a cargo de funcionarios municipales locales quienes con camiones y máquinas, acompañados por ocho policías, se acercaron a orillas del arroyo Tacuara donde se ubican precarias viviendas sobre la calle Arturo Ilia, en el barrio de Villa Alta, para desalojar a quienes se instalaron precariamente en ese lugar y continuar con las obras del saneamiento del arroyo.En total cuatro familias muy jóvenes con niños, mujeres embarazadas fueron los que salieron a defender y justificar su presencia en ese espacio público ante quienes intentaron sacarlos por la fuerza, y “sin ningún tipo de orden judicial”, según dijeron las afectadas en declaraciones al sitio La Voz de Cataratas.La irregular situación se repite desde hace muchos años en Puerto Iguazú, y ya se tornó una costumbre instalarse a orillas del arroyo para conseguir que desde el Gobierno se las asista con una vivienda. Consultadas las familias sobre el tiempo de permanencia que llevan en el lugar, dijeron “un mes”, y otros “tres meses” y agregaron que están cansados de pedir una casa, “no tenemos donde vivir, tenemos niños y nos prometieron por trabajar en la campaña y no nos dieron nada”, fueron algunas de las respuestas.A fin del año pasado las últimas dos familias que estaban viviendo a orillas del Tacuara fueron reubicadas en terrenos del municipio del barrio Primero de Mayo, “pero de la noche a la mañana siguen apareciendo intrusos. Varias familias que habían sido reubicadas regresaron a instalarse en el lugar”, señalaron desde la comuna.Más de 50 relocalizadosDe acuerdo a los datos aportados por el municipio, se entregaron más de cincuenta casas en los últimos años, “pero el problema sigue y las obras se demoran. En octubre del año pasado se suscribió un convenio para el inicio de obra de 47 viviendas destinada a los relocalizados del arroyo Tacuara, a construirse en el predio de las 50 Hectáreas, donadas por la Municipalidad de Iguazú al Iprodha”.Los trabajos del saneamiento del arroyo Tacuara habían avanzando hasta que el Iprodha vio impedida la posibilidad de hacer uso del predio para relocalizar a los ocupantes instalados a la vera del cauce.“Existen casas pegadas al arroyo y no se puede avanzar por problemas de relocalización. Es por eso que se pidió a la empresa a cargo, contratada por el Iprodha, que no abandone las obras”, según explicaron, y que seguirán en la medida que se consigan terrenos para ir reubicándolos.Estas nuevas familias de jóvenes esperan, que se les den una vivienda “para vivir y poder dejar el lugar, porque no tenemos donde ir”.Parte del trabajo consiste en llenar de hormigón todo el tramo del arroyo y realizar a la par una calle de dos manos, que estará al costado del mismo. Irá desde el semáforo al ingreso del barrio Ignacio Abiarú, hasta el barrio Santa Rosa, recorriendo junto al Tacuara toda la ciudad.La calle que acompañará sobre uno de los márgenes unirá las 300 viviendas hasta llegar al barrio Santa Rosa, contará con veredas parquizadas, iluminadas, con sendas peatonales entre otros detalles, y para concluir las próximas etapas deberán removerse del camino unas 244 casas de familias.





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