ELDORADO. El viernes, a las 21.30, el Centro Cultural Kuarahy presenta un nuevo estreno, en ésta oportunidad con Florentino Sánchez -actor, artista plástico y titiritero santafesino radicado en Eldorado-, quien escogió uno de los textos más emblemáticos de Eduardo Pavlosky: “Potestad”. La obra encarna uno de los temas que dejó la dictadura militar. “la problemática del raptor de niños”, a través de un plan organizado por las Fuerzas Armadas. Es por ello que es una de las obras escogidas para el ciclo “Teatro por la Identidad”.El actor pone en escena los diferentes registros del horror de la desaparición de personas y de la apropiación de niños durante la dictadura y logra incomodar -más allá de la temática de derechos humanos- con preguntas que corresponden al mismo género humano ¿Cuántas capas de silencio y de mentira pavimentan las ciudades? ¿Cuántas rellenan las alfombras? Y la más inquietante, ¿cuántas estamos dispuestos a soportar?Un hombre de poco más de cincuenta años cuenta que le robaron su tesoro más preciado: Adriana no está, se llevaron a su hija de su casa. Los hechos recién comienzan y a partir de allí será habitado por justos y pecadores, víctimas y victimarios y en poco más de una hora “Potestad” desdibujará los límites de unos y otros.Para desentrañar a “Potestad” es necesario hablar de la génesis de la obra en la cual interviene la historia artística del autor y sus filiaciones discursivas. Eduardo Pavlosky es actor, dramaturgo, director teatral y psiquiatra. Como científico se inclinó por el psicoanálisis y es el iniciador del psicodrama en América Latina. En su actividad artística traspone la práctica terapéutica a la escena teatral siendo ésta el canal y soporte de la crítica social que conforma su ideología. Entre sus obras más conocidas se encuentran “Telarañas”, “El señor Galíndez” y “Rojos globos rojos”.Florentino Sánchez es actor, escritor, titiritero y artista plástico, en teatro lleva más de cuarenta años de trayectoria, una de las puestas con la que más trabajó es “Informe para una academia”, de Franz Kafka, y con la cual realizó más de 600 representaciones en diferentes puntos de Argentina, América y Europa. En 2001 se radicó en Eldorado para dedicarse a las artes plásticas, hasta 2011, cuando la aparición del Centro Cultural Kuarahy lo motivó a retomar el teatro y repuso “Informe para una academia”. Desde entonces sigue con el teatro, girando por diferentes puntos.





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