SANTIAGO DE CHILE, Chile (Diarios digitales). El escenario político chileno comenzó a acomodarse desde que la semana pasada la expresidenta socialista, Michelle Bachelet, anunció su renuncia a la dirección ejecutiva de ONU Mujeres, en Nueva York, para regresar a Chile después de dos años y medio. La noticia no sorprendió a los dirigentes ni a los ciudadanos que, desde hace meses, consideran un hecho probado que volverá para postularse a La Moneda (sede del Gobierno central) con miras a las elecciones del 17 de noviembre.El gobierno de derecha, encabezado por Sebastián Piñera, se alista ante la llegada de Bachelet, que aterrizará en la capital en Semana Santa y, antes del 31, confirmará en persona que competirá en la carrera presidencial arropada por sus altos índices de popularidad (un 54% está decidido a darle el voto). “El Gobierno no es neutral y es un deber respaldar a la coalición en estos desafíos electorales”, notificó el ministro del Interior, Andrés Chadwick, en una entrevista publicada en el periódico La Tercera.Bachelet encontrará al Ejecutivo con un mejor estado de ánimo respecto de los últimos meses: el presidente obtuvo un 38% de respaldo en marzo, de acuerdo a la encuesta Adimark, lo que representa un alza de 6%. El nuevo escenario provoca que el propio jefe de Estado, con menos problemas y mayor orden en su conglomerado, se sienta con la fortaleza de apoyar a los dos precandidatos oficialistas y ofrecer el trabajo de La Moneda para lograr un triunfo complejo.El pasado 11 de marzo, cuando el Gobierno cumplió tres años en el poder, Piñera organizó una fiesta para dos mil personas en La Moneda. El jefe de Estado aprovechó el festejo, que fue cuestionado por la oposición, para defender su gestión y llamó a darle continuidad. Los dos postulantes de la derecha, los exministros Laurence Golborne y Andrés Allamand, ingresaron al Palacio caminando juntos por una alfombra roja en señal de unidad.Los dos precandidatos, que se medirán en elecciones primarias el 30 de junio, reaccionaron de forma distinta ante el anuncio de Bachelet. Golborne, que ostenta un 15%, fue cauteloso. “Es la crónica de un regreso anunciado. Ya lo sabíamos y nuestro camino es inalterable”, señaló el exministro que ganó popularidad después de liderar el rescate de los 33 mineros en 2010. Allamand, que se ubica debajo de su compañero en las encuestas, con un 7%, optó por correr mayores riesgos y enfrentar directamente a la expresidenta: “Se va a encontrar con un país mejor y distinto al que llegó”.Los asesores de Bachelet, un círculo cerrado que guarda discreción total, sabe que el aterrizaje a Chile será complejo y que ella deberá hacer frente a la arremetida oficialista. La exmandataria llegará unos días después de que el lunes 25 de marzo se celebre una diligencia trascendente en el marco de la causa judicial 27-F, que investiga responsabilidades penales por las muertes de 156 personas después de la alerta fallida de maremoto en febrero de 2010. Un ex funcionario de su Gobierno fue acusado por la Fiscalía y el caso ha sido utilizado por la derecha para atacar a Bachelet.Con todo, la totalidad de los actores políticos chilenos han comprobado, en estos tres años, que atacar a Bachelet no produce dividendos políticos. Los precandidatos presidenciales de la Concertación, el conglomerado de la expresidenta, han optado también por la prudencia ante el anuncio de su regreso a Chile.





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