POSADAS. En el marco de acciones de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, se incorporó a la Red Federal de Sitios de Memoria, a la sede de Investigaciones de la Jefatura de la Policía de Misiones, por haber sido un Centro Clandestino de Detenciones (CCD) durante el último gobierno de facto.Por esa razón, ayer por la mañana, se señalizó con una placa al mencionado lugar con la leyenda “aquí se cometieron crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado”. En Misiones, es el tercer lugar señalizado junto con “la casita de Mártires” y la delegación Posadas de la Policía Federal.Para Nación, la Jefatura de Policía misionera “conformada por el Departamento de Informaciones, la Alcaldía de Mujeres y la Unidad Regional, fue eje de una red de centros clandestinos de detención en la provincia de Misiones. En el lugar, que dependió operativamente del Área Militar 232, pasaron más de un centenar de personas, entre ellas militantes populares, trabajadores temporarios sindicalizados, colonos que defendían el precio de su producción, estudiantes secundarios y universitarios, docentes, entre otros. Muchos de ellos fueron asesinados y otros, hasta hoy, continúan desaparecidos. En el año 2012, la Justicia Federal de Posadas condenó por crímenes de lesa humanidad a algunos de los responsables de ese centro de detención ilegal”.Del acto participaron Judith Said (coordinadora ejecutiva del Archivo de la Memoria); Ricardo Cáceres (ex detenido político en la Jefatura) y autoridades provinciales. Sin mucha atención oficial, participó también -invitado por el abogado querellante de la Secretaría de DDHH de la Nación Rafael Pereyra Pigerl-, el joven Jeremías Zarza, hijo de la docente Mirta Rosa de Garupá, por cuya muerte están detenidos dos efectivos policiales de la seccional Quinta (ver recuadro).En el acto se firmó un decreto provincial, mediante el cual, se ordenó el retiro de las instituciones públicas y de los edificios los símbolos, emblemas, imágenes, retratos o cualquier otro elemento que haya sido concebido o sirva para honrar a personas que hayan ejercido cargos o puestos de mando durante los diferentes períodos de gobierno de facto que hubieron en el país. Cabe recordar que uno de ellos, fue retirado el pasado jueves en el predio de la Yerba Mate de Apóstoles, donde una placa recordaba la visita del expresidente de facto Reinaldo Bignone. Un caso actual de accionar policial con viejas prácticas“El muchacho es Jeremías Zarza, hijo de Mirta Rosa”, señaló en voz alta el abogado Rafael Pereyra Pigerl a un grupo de funcionarios provinciales que se sacaban una foto ayer en la Jefatura. De unos quince presentes, solo uno se acercó a saludarlo. Jeremías es el hijo de la maestra Carmen Mirta Rosa de 47 años, quien apareció muerta el jueves 14 de febrero, en una zona casi inhóspita del barrio Los Potrillos, jurisdicción de Garupá. Por el caso están detenidos dos policías de la seccional Quinta y sumariado el resto del personal de la comisaría.En medio de un acto de memoria por el abuso policial en la dictadura, muchos funcionarios provinciales optaron por no ver que en el presente se suceden hechos similares con viejas prácticas.Incluso, en medio de la escena, la funcionaria de Nación Judith Said aseguraba a los medios que el señalamiento se hacía “para que estos hechos no se vuelvan a suceder, para que se tenga memoria, una reparación para las víctimas y es un ejemplo para que los efectivos de las fuerzas de seguridad y del servicio penitenciario no cometan nuevamente estas aberraciones sabiendo que es castigado por la Justicia y que el Estado está comprometido a condenar los hechos aberrantes”.De hecho, como lo muestra la fotografía, Said fue la única que se interiorizó del hecho y ofreció su ayuda.En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Zarza dijo que fue al acto “porque nuestro abogado entendió importante vincular los derechos humanos con lo que nos pasó a nosotros con la Policía. Aparecieron pruebas de que mi mamá fue esposada además de brutalmente golpeada. Y mi compromiso es encarar la lucha para que estas cosas no vuelvan a ocurrir en nuestra sociedad”.Advirtió que si aparecen “aprietes contra mi familia, va a reaccionar el pueblo entero”. Lo dijo tras la liberación de uno de los policías detenido, que es hermano de otro de los que permanece recluido.“Queremos hacer un llamado de atención a la Escuela de Policía: que antes de darle un arma a gente sin compromiso social de cuidar a la gente, de corazón, no por razones salariales. Porque los jóvenes piensan en ser docentes o policías por la falta de industrias en nuestra provincia que den trabajo”, pidió. Dijo finalmente esperar que los policías implicados sean expulsados de la fuerza: “Tengo entendido que ya están expulsados, había un compromiso de que así sea. Al ministro Franco le mencioné que el problema era la comisaría entera”.




Discussion about this post