ASUNCIÓN, Paraguay (AFP-NA). Dos candidatos conservadores, uno del opositor Partido Colorado y otro del oficialista Partido Liberal, encabezan la carrera por la Presidencia a un mes de las elecciones en Paraguay, donde la izquierda, muy dividida, apenas supera el 10% de las preferencias, señalaron analistas a la AFP.Horacio Cartes, un rico empresario tabacalero del Partido Colorado, lidera las encuestas con 37% de la intención de voto, según sondeos publicados por el diario ABC Color. En segundo lugar se ubica Efraín Alegre, un senador del Partido Liberal actualmente en el poder y ex ministro del ex presidente Fernando Lugo, con 30% de adhesiones con miras a los comicios del 21 de abril.“Cartes lleva una ventaja considerable pero la campaña en sí recién comienza. La elección no está resuelta. Yo creo que se va a definir en los últimos quince días”, dijo a la AFP la encuestadora a cargo del sondeo.La firma estimó entre 60 y 65% el porcentaje de participación en las elecciones nacionales para presidente, vicepresidente, senadores, diputados y gobernadores de los departamentos, consideró que “salvo los políticos, el resto de la población está abúlica todavía”.Además de Cartes y Alegre, se postulan cuatro candidatos que militan en la izquierda, todos simpatizantes de los actuales gobiernos de izquierda latinoamericanos.Ellos son el conocido presentador de televisión Mario Ferreiro, de Avanza País (9%); Aníbal Carrillo, del Frente Guazú (menos de 2%); Lilian Soto de Kuñá Pyrendá (Sello de mujer, en idioma guaraní) y Coco Arce, del Partido de los Trabajadores, cuyos porcentajes no llegan a 1%.Por otra parte, los candidatos de otros dos partidos conservadores, Miguel Carrizosa, de Patria Querida, y Lino Oviedo Sánchez, de Unace, figuran con 3,2 y 3,1% respectivamente.Ariel Oviedo, primo del candidato de Unace e hijo del caudillo Lino Oviedo, fallecido hace poco más de un mes en un accidente de helicóptero en plena campaña proselitista, aseguró a la AFP que Unace se conservará como tercera fuerza en el Congreso a pesar de la muerte de su padre. Izquierda debilitadaLa división de los movimientos de izquierda ha debilitado una mejor posición ante el electorado, estimó el analista Francisco Capli, de la compañía First Analisis y Estudios.“Se llaman entre ellos compañeros, pero están divididos en varios pedazos. Se quejan a diario del sistema, de las encuestas, pero no logran formar un frente entre ellos”, dijo.Ferreiro, de Avanza País, denunció el miércoles en conferencia de prensa que los partidos tradicionales de Paraguay, el Liberal y el Colorado, quieren polarizar los comicios. “Estamos en un estado de emergencia nacional en materia política. Quieren hacer creer que solamente el Liberal y el Colorado son la alternativa, y eso no es así”, enfatizó el político de izquierda.El movimiento Frente Guazú (Frente Grande), que postula a Carrillo, ofrece como candidato a primer senador al ex presidente y ex obispo Lugo.Otrora aliado de los liberales en las elecciones de 2008, Lugo fue destituido en junio del año pasado “por mal desempeño”, vía juicio político por el Congreso tras casi cuatro años de gobierno.Su vicepresidente, el liberal Federico Franco, culminará su mandato el 15 de agosto próximo. Regreso a los bloques regionalesTanto Cartes como Alegre dijeron ser partidarios del retorno de Paraguay al Mercosur y a la Unasur, bloques de los cuales fue excluido por decisión de la mayoría de sus jefes de Estado miembros hasta después de las elecciones del 21 de abril. Para ellos, la destitución de Lugo fue un “golpe parlamentario”. Tras la salida del mandatario, siete países sudamericanos retiraron sus embajadores en Asunción.Según Cartes, existe una alta dependencia de Paraguay de la economía de los dos grandes países de la región, especialmente de Brasil en materia laboral y de intercambio, al argumentar la necesidad del retorno a ambos bloques.Para Alegre, empero, tiene que quedar claro “que ni antes, ni ahora, ni después, nadie nos va a imponer lo que decidamos democráticamente en nuestro país”.“Nuestro modelo no es Argentina ni Venezuela. Nuestro modelo es más bien Chile, un poco más allá Uruguay y, un poco lo que hizo Brasil”, dijo a la AFP.El analista Jorge Rubiani, conocido historiador local, cuestionó por su parte la “desenfadada intromisión” de los vecinos de Paraguay.“Esta intromisión en Paraguay es secular. Se origina en 1618, cuando Felipe IV (rey de España) divide la llamada entonces Provincia del Paraguay (de la región del Plata). Desde entonces, Paraguay paga hasta tres y cuatro veces más por el intercambio de mercaderías que pasan por los puertos fluviales argentinos antes de llegar al Río de la Plata”, explicó a la agencia de noticias AFP.“Felipe IV cometió una herejía geográfica”, precisó, al recordar una frase en ese sentido del político uruguayo Luis Alberto de Herrera (1873-1959).El próximo presidente de Paraguay “debe definir muy bien si seguirá subordinando nuestras relaciones sólo por la dependencia laboral y económica de nuestros vecinos, determinismos geográficos que obligaron a Paraguay a ser un país mediterráneo”, subrayó Rubiani.“Si es así, deberíamos ofrecernos a Rusia, a China, a Irán para que se repartan nuestro territorio”, ironizó.




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