BUENOS AIRES (DyN). La Corte Suprema de Justicia revocó la prescripción de la causa penal que tramita en la Justicia de Córdoba por la explosión de la fábrica militar de Río Tercero, que el 3 de noviembre de 1995 causó siete muertos, centenares de heridos y grandes destrozos en la ciudad.Fuentes judiciales informaron que el máximo tribunal anuló un fallo de la Sala Dos de la Cámara Nacional de Casación que daba por extinguida la acción penal por el paso del tiempo, en el expediente que tiene como imputados, entre otros, al senador y ex presidente Carlos Menem.La Corte, en un fallo firmado por Carlos Fayt, Elena Highton, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni, mandó a Casación a dictar un nuevo fallo.En 2010, la Sala Dos de Casación, formada entonces por Gustavo Mitchell, Luis García y Guillermo Yacobucci, había ordenado a la Cámara Federal de Córdoba dictar “un nuevo pronunciamiento acerca de la posible extinción de la acción penal por prescripción”.Ese fallo se concretó al aceptar Casación un recurso que había planteado la defensa de dos imputados, los militares Jorge Antonio Cornejo Torino y Marcelo Diego Gatto, quienes alegaron “paso excesivo de tiempo” en el trámite judicial.Sin embargo la abogada y única querellante, Ana Gritti -viuda de Hoder Francisco Dalmasso, muerto en la explosión, y ella fallecida también en 2011- interpuso un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia.La Fiscalía acompañó el recurso de Gritti -siempre patrocinada por los abogados Ricardo Monner Sans, Aukha Barbero y Horacio Viqueira- cuyos hijos continúan de querellantes en el proceso.La Corte hizo suyos los argumentos que en octubre de 2011 había esgrimido el entonces procurador General de la Nación, Esteban Righi, que se opuso al cierre por prescripción y juzgó que la causa debía seguir activa.La familia Dalmasso Gritti y otras víctimas sostienen que la explosión de Río Tercero fue una voladura intencional, con el objetivo de encubrir el faltante de armas causado por el contrabando de pertrechos bélicos a Croacia y Ecuador.Por aquel hecho, el pasado 8 de marzo de 2013 la Sala Uno de Casación Penal revocó el sobreseimiento de Menem, quien fuera su ministro de Defensa, Oscar Camilion, y otros enjuiciados, a la vez que indicó al Tribunal Oral Federal 3 que imponga las penas.Analizan el desafuero de MenemEl Senado aprobó ayer el pedido de legisladores del radicalismo y el FAP para excluir a su colega Carlos Menem de la Cámara alta, a raíz de su condena en la causa por el contrabando agravado de armas a Ecuador y Croacia, ocurrido cuando era presidente de la Nación.La UCR y el FAP impulsaron proyectos para que sea excluido “por inhabilidad moral” el ex presidente, los cuales serán tratados en la comisión de Asuntos Constitucionales cuando se reúna en la primera semana de abril. Explosión y tesis de ocultamientoEl 3 de noviembre de 1995, el estallido de la fábrica militar de Río Tercero, que causó la muerte de 7 personas, 300 heridos y 10 mil evacuados, además de destruir centenares de viviendas, tuvo como primera tesis la del accidente provocado por negligencia.Sin embargo, la planta de Río Tercero habría tenido un papel fundamental en el contrabando de más de 6 mil toneladas de armas y municiones a Croacia, Bosnia y Ecuador.Luis Armando Villaverde, un ex operario de la fábrica, advirtió en diciembre de 1996 que la explosión se debió a un atentado para evitar una inspección de la ONU, prevista para el 11 de noviembre de 1995, es decir, ocho días después.Luego se supo, según una investigación de Noticias Argentinas, que ocho más tarde de la explosión estaba prevista la visita a la planta de posibles compradores. Además, los números de Fabricaciones Militares indicaron que al 3 de noviembre de 1995 existían en la fábrica 58.422 proyectiles. Al cotejarlos con los registros de la Policía de la provincia de Córdoba, surgió una diferencia de 31.879, que podrían haber sido vendidos a la ex Yugoslavia.Omar Gaviglio, quien en ese momento era jefe del centro de cargas y complementos, aseguró que “las explosiones habrían sido intencionales, para ocultar los faltantes de material bélico ilegítimamente comercializado, tal como ocurrió con la pólvora de la fábrica de Villa María y con los cañones Citer y obuses Oto Melara de Río Tercero”.





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