POSADAS. El 14 de marzo, en ocasión de conmemorarse el Día Mundial de Acción contra las Grandes Represas, arribaron a la plaza 9 de Julio integrantes de distintas organizaciones sociales, sindicales, empresarios, campesinos, religiosos, docentes y particulares de la ciudad brasileña de Porto Mauá. Acompañó a este grupo una delegación del Movimientos de afectados por las represas del Brasil (MAB) y otra de integrantes de la Mesa Provincial No a las Represas (Misiones), de Oberá, Santa Rita, Alba Posse y 25 de Mayo.El contingente llegó en varios vehículos, tras protagonizar una jornada de manifestaciones contra los proyectos hidroeléctricos Garabí y Panambí, en las calles y Aduana de Porto Mauá, de la cual participó prácticamente todo el pueblo, demostrando una vez más que la enunciación “en Brasil están de acuerdo con la represa” no es tal.La lucha continúa Los visitantes anunciaron que -en el marco de la lucha que vienen sosteniendo- el próximo 11 de abril, nuevamente en Porto Mauá, habrá otro acto, que incluirá una reunión con funcionarios nacionales de la empresa brasileña Electrobras, una de las patas centrales del proyecto Garabí-Panambí.Lony Elisa Dei Ricardi, dijo que “nosotros expresamos claramente que estamos a favor del desarrollo y la producción de energía, pero que nos oponemos a esta manera de producir energía tan dañina, que va a inundar nuestro pueblo, a contaminar, estamos en contra de esta política energética actual y venimos a plantear esta lucha y la existencia de alternativas. No hay desarrollo en la medida en que sigamos agotando nuestros recursos naturales. Nuestra lucha es para que se respeten los derechos de las personas afectadas por represas y también de las personas y pueblos amenazados por represas”.Por su parte, uno de los referentes del MAB, Rick Luiz Montagner, señaló que “no nos sorprende que las autoridades brasileñas y argentinas hayan decidido avanzar con las represas Garabí y Panambí sin antes sentarse a debatir ampliamente con los pueblos. No lo hacen porque no tienen argumentos, son demasiadas las pruebas que existen de que las represas, al menos en nuestro país, han traído pobreza, exclusión y destrucción ambiental. Pero que en Argentina, en Misiones, no le mientan a la gente ni hablen con nosotros, en Brasil la mayoría no quiere más represas, quien dice lo contrario, miente”.Otro ciudadano oriundo de Mauá, Valdir Sampaio, expresó que “vamos a defender nuestro pueblo y sumarnos a la defensa de los pueblos de Misiones que están siendo amenazados por estas represas. Defender los pueblos para que no sean inundados es pelear por nuestra historia, por nuestros antepasados, pero también por nuestro futuro, por nuestros hijos”.Uno de los integrantes del MAB, aportó: “Somos familias de afectados y amenazados por la construcción de represas en Brasil. Somos gente de ciudad y de campo, agricultores y trabajadores urbanos, de lugares donde ya se construyeron o se quieren construir represas”.En la ocasión se anunció que se encuentra en proceso de organización una Red de Defensa del Río Uruguay, con organizaciones del sur de Brasil y de Misiones, Corrientes, Entre Ríos y el delta del Paraná-Uruguay. Ciudad amenazadaCinco minutos en lancha alcanzan para llegar a Porto Mauá desde Alba Posse. Esta ciudad tiene una población de casi 3 mil habitantes -divididos en conglomerados rurales y el núcleo urbano- cuyo intendente es Guerino Pedro Pisoni. El propio alcalde informó a la población en una de las audiencias que se dieron en el vecino país que “gran parte de nuestro pueblo quedará bajo agua y deberán haber cientos de familias relocalizadas si se hace la represa Garabí-Panambí”. Es por ello que desde hace varios años en la comuna viene creciendo la organización de los vecinos para resistir al proyecto, articulando con otras organizaciones brasileñas y de nuestra provincia.





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