POSADAS. Un nene de seis años fue olvidado por su mamá en un colectivo urbano de la línea 13 de esta ciudad. Al llegar a su destino, el centro posadeño, la madre tocó el timbre y se bajó del transporte junto a otros pasajeros como si nada. Casi al final del recorrido, una docente se percató de que el pequeño viajaba sin compañía de un adulto y dio aviso al chofer. Mientras tanto, a unas diez cuadras, la madre se dio cuenta de que su hijo se había quedado en el ómnibus. Desesperada, pidió prestado un celular a un peatón y llamó a su esposo para contarle lo que sucedió, “viví un momento terrible, él es mi bebé, no sabés todo lo que pasamos con él porque cuando tenía dos años se le cayó cal en los ojos y casi quedó ciego. Al principio no sabíamos qué hacer, entonces llamé a un hermano de la iglesia y él se comunicó con la empresa de colectivo. Desde ahí, nos dijeron que mi hijo ya había sido traído acá, a la Comisaría de la Mujer”, contó el padre del chico, Juan Ramón. PRIMERA EDICIÓN llegó unos minutos después del reencuentro de padre e hijo. El nene todavía buscaba protección entre los brazos de su papá.Las policías contaron que el chico llegó asustado, lloraba, pero que se desenvolvió perfectamente pues conocía su dirección, su nombre y el de sus padres. “Al principio estaba asustado, supongo que tiene que ver con que estamos todos uniformados… y todavía es común que los padres les digan a los chicos que llamarán a la policía si se portan mal. Entonces, ven nuestros uniformes y en vez se sentirse seguros tienen miedo”, confío una agente. La Policía no lleva estadísticas de niños olvidados por sus padres, pero aseguraron que estos tipos de casos son aislados. “Parece que ya está bien porque tiene hambre”, bromeó más tranquilo el padre mientras le pasaba al nene unas galletitas. La mamá, Mielina López (36), todavía no había llegado a la dependencia policial donde un médico evaluó el estado de salud del niño antes de permitir que regresara a su casa junto a sus progenitores. “Hoy es mi cumpleaños, cumplo 37 años”, confió el hombre y agregó angustiado que “me acabo de quedar sin trabajo y después me llamó mi mujer para avisarme que dejó a nuestro hijo en el colectivo”. Sin dudas, fue un día poco común en la vida de este albañil que es padre de dos chicos, el niño de seis años y una nena que cumplirá dos el próximo abril. “Mi señora tiene otros cuatro hijos de una pareja anterior, todos viven con nosotros. Hoy me quedé sin trabajo, por lo que sólo tendremos lo que cobramos por asignación universal”, confió angustiado.





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