OBERÁ. Hace seis años comenzaron a funcionar los clubes de abuelos en la ciudad y la demanda es cada vez mayor para participar de las actividades recreativas que realizan. Los abuelos pueden utilizar este espacio de contención para socializar, aprender, hacer actividad física, y conocer lugares turísticos. Permanentemente se incorporan actividades para los abuelos que concurren a los clubes. Antonio González, responsable del departamento de Adultos Mayores de la Municipalidad de Oberá destacó: “estamos empezando (en todos los clubes de abuelos) con las actividades del año, con novedades como la creación de centros de alfabetización para que la capacitadora les enseñe a leer y escribir, la idea es que esto tenga continuidad en el tiempo para que vayan pasando de curso en lo que ellos puedan aprender”, explicó. De acuerdo a lo que señaló el funcionario municipal “el programa exige cinco abuelos por cada núcleo, ahora vamos a comenzar con cinco núcleos en Villa Cristen, barrio Norte y Villa Lindström, después se irán sumando otros, hay muchos interesados en aprender a leer y escribir, existen quienes no saben firmar y tienen que poner el dedo, pero también dicen que además quieren conocer el dinero que manejan”, señaló.Espacios comunitariosLa tarea comenzó con un relevamiento para conocer a los abuelos que en muchos casos están desamparados, y se detectaron numerosas necesidades insatisfechas: falta de cariño, atención, compañía y realizar alguna actividad que los conecte con el mundo para sentirse partícipe de la sociedad. Antonio González resaltó que están “trabajamos muy bien, está en proyecto un nuevo club de abuelos en Villa Blanquita, ya estamos funcionando en el barrio Krause, barrio Norte, San Miguel, Villa Lindström y Villa Cristen. Nos sorprende las ganas que le ponen los abuelos”, afirmó.El objetivo no es solo salir a pasear sino lograr que esto permanezca en el tiempo y que sea el espacio comunitario dedicado a ellos. “Lo que más les gusta hacer a las abuelas es pintura sobre tela, cestería en botellas y por supuesto viajar. El 14 de este mes con el club del barrio Krause arrancamos con paseos en el Catamarán que recorre las orillas del río Paraná, para ellos es gratis, el municipio los trasladará en colectivo hasta Posadas”, adelantó.González acotó que “la mayoría de los abuelos sigue trabajando en su casa con lo que aprenden en los clubes, y venden sus trabajitos teniendo un ingreso extra; le hacemos un seguimiento durante todo el año”, dijo. “Los abuelos varones de barrio Caballeriza hacen porta macetas con hilo Sisal y lo venden, le encontramos la vuelta para que los hombres también aprendan algo útil”, añadió.González precisó que actualmente “son mil abuelos los que están contenidos en los diferentes clubes. No le exigimos asistencia para que no se sientan obligados porque es un espacio donde queremos que se sientan en libertad de acción”, indicó.





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