WASHINGTON, Estados Unidos (AFP-NA). Cuando faltan dos días para que se activen de forma automática duros recortes presupuestarios en Estados Unidos, la incertidumbre recorre los mercados que se preguntan sobre la capacidad del país de reducir su endeudamiento sin llegar a un estancamiento político. Ayer, la Casa Blanca anunció que el presidente Obama recibiría a los líderes del Congreso el viernes, en una reunión agendada para el misma día que está previsto que rijan los duros recortes del gasto. Sin un acuerdo, entrarán en vigor una serie de recortes por un total de 85.000 millones de dólares hasta finales de septiembre, que afectarán al gasto en defensa y a los programas sociales, además de los 109.000 millones en ajustes por año en la próxima década.





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