POSADAS. El recorte de las frecuencias de colectivos en los diferentes horarios, como así también el cambio de recorrido que experimentaron varias líneas desde diciembre último a esta parte del año, mantiene muy preocupados a los padres que a partir del próximo lunes deben enviar a sus hijos a clases, cuando se inicie un nuevo ciclo lectivo en esta provincia.Los vecinos de la zona de Itaembé Miní, en especial de los barrios Terraza, Bicentenario, Belén, Inga, entre otros, como así también los ubicados en cercanías del autódromo, realizaron una junta de firmas en los últimos días con el propósito de conseguir que las empresas de ómnibus presten el servicio de manera “normal y como debiera ser, sin recortes, que nos aseguren que nuestros hijos podrán ir y venir sin problemas y no que se queden esperando en la parada porque los coches van repletos o porque no tienen refuerzos o cambian el recorrido”, expresaron a PRIMERA EDICIÓN.Uno de los vecinos, Omar González, manifestó que “ya nos complicaron durante el verano a los que vamos a trabajar todos los días, porque nos quitaron frecuencias y a la mañana, por ejemplo, teníamos que estar media hora antes de lo habitual para asegurarnos que llegaríamos al trabajo en horario. En mi caso tomo el colectivo en el inicio del recorrido, pero hay gente que más adelante ya se queda esperando porque se llena enseguida y les pasa de largo”.Otro de los habitantes de los barrios de Itaembé, Raúl Cantero, manifestó que “como comisión barrial ya habíamos hecho el intento de dialogar con la empresa de las tres líneas que entran acá, pero nunca nos dieron artículo. Solamente los choferes son los que dan la cara y a través de ellos nos enteramos de los cambios de recorrido o que sacaron coches a la noche… dicen que volverán a reforzar el lunes, pero eso no está garantizado. Además, se nos complica a nosotros como padres el no saber exactamente a qué hora pasará por la parada de nuestro barrio, porque no podemos estar una hora allí esperando”.Cantero también fue más allá y manifestó que “lo que sucede en realidad es que fallan quienes deberían controlar que se cumpla lo establecido, porque no puede ser que estemos hablando de máquinas expendedoras de boletos, de aumento del precio y ni siquiera se molestan por ver si los colectivos pasan en los horarios que corresponden. Es más de lo mismo, el usuario se queja y todo cae en saco roto. Invitamos al defensor del pueblo a que venga a las 5.30 o 6 de la mañana a Itaembé al fondo para que nos acompañe y tome un colectivo. Es la única forma en que va a dimensionar la problemática”.A su turno, Rosalía Fernández, que reside en cercanías del autódromo explicó que “en nuestro caso ponen como excusa la inseguridad, que es muy oscuro, que no se animan a entrar y por eso, sin aviso, dan vuelta antes de terminar el recorrido o empiezan más adelante. Entonces pasa que uno le tira la responsabilidad al otro, porque dicen que la policía no hace nada y tienen miedo que les roben, también dicen que hay calles muy oscuras, pero es porque Emsa no arregla los focos que se quemaron desde hace meses, también que las calles están en pésimo estado y que van a romper todos los coches, y el que paga los platos rotos es la gente. Alguien tiene que ponerle fin a esto porque los más perjudicados son los chicos que quieren ir a la escuela o la gente que tiene que trabajar. El que es vago se queda durmiendo”.





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