SAN IGNACIO. Un portón fue lo que colocaron los integrantes de la comunidad guaraní de Katupyry para delimitar sus dominios y dejar en claro a la directora de la escuela bilingüe de gestión privada, que tiene sede en esa aldea mbya, que su ingreso no es bienvenido.No obstante, el cacique de la comunidad, Antonio Morínigo, invitó a la directora, la monja Ana Gertrudis Benítez, a participar ese lunes a la mañana de una reunión donde los padres de los alumnos explicarían las razones de su malestar con la conducción educativa. “La directora no asistió a la reunión pero sí estuvo presente el representante legal de la escuela, a quien le presentamos nuestra propuesta y prometió que haría todo lo posible para que podamos hablar con la gente del Ministerio de Educación y nos dijo que elevará este jueves nuestra propuesta ante las autoridades del Ministerio de Educación y el Consejo General de Educación”, detalló el cacique en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Lo que proponen las familias de Katupyry es el cierre de este colegio religioso y que en su lugar se abra una escuela pública que no tenga jornada extendida. Según explicó el cacique, la principal causa que motivó el reclamo es la falta de comunicación y consulta previa entre la dirección del establecimiento y la comunidad. “Este es un problema que tiene muchos años”, enfatizó al tiempo que agregó que fue la noticia de que a partir de ese ciclo lectivo se implementará la jornada extendida en esa escuela lo que colmó la paciencia de los integrantes de esa tranquila comunidad. “No podemos seguir así, no queremos que nuestros hijos entren a la escuela a las 8 de la mañana y salgan a la tardecita. Nosotros tenemos derecho a tener tiempo con nuestros hijos, no sólo para compartir sino también para enseñarles nuestra cultura y costumbres”, enfatizó Benítez. Escuela cerradaEste lunes, día en que está previsto el inicio de las clases, “la escuela permanecerá cerrada porque está decidido que no mandaremos allí a nuestros hijos”, señaló el cacique. Al ser consultado sobre qué cambios suponen ellos que ocurrirán si la escuela de gestión privada pasa a ser pública de gestión estatal, Benítez precisó que “creemos que habría mayor comunicación y respeto de nuestra cultura y de nuestro pueblo. Además, no se enseñaría religión. Nuestra comunidad nunca tuvo una escuela, la directora trajo esta escuela de otra comunidad sin consultarnos”, recordó el cacique quien este lunes le notificó al representante legal que ninguno de los niños de Katupyry sería inscripto en el establecimiento educativo. Benítez advirtió que la decisión está tomada y que las familias no cambiarán de parecer, ni siquiera si se da marcha atrás con la jornada extendida. “Queremos una escuela pública para mandar a nuestros hijos”, remarcó el cacique. Clases alternativas Pese a que los alrededor de 60 niños que asistían a la escuelita bilingüe no lo harán este lunes, el cacique confirmó ayer que una de las docentes de la institución enseñará a los chicos en el salón comunitaria de Katupyry. “Esa maestra está hace más de 15 años en la escuela y es muy respetada y querida por todos. Ella se comprometió a darles clases a los alumnos y también estarán los auxiliares docentes”, precisó el cacique. El objetivo de la comunidad es sostener la actividad escolar en el salón comunitario hasta que las autoridades de Educación atiendan su particular situación y les ofrezca una solución. En tanto, según remarcó, “la comunidad resolvió que el portón permanezca cerrado hasta que se abra otra escuela, de gestión pública, donde puedan ir nuestros hijos a estudiar”.





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