POSADAS. El procedimiento ocurrió hace 17 días, pero trascendió recién ayer. Personal de la d División Delitos Tecnológicos, dependiente de la Policía Federal, allanó el domicilio y negocio de un comerciante en Oberá, donde los peritos habrían detectado que se levantaban imágenes de pornografía infantil a Internet.Sin embargo, en el lugar no se hallaron elementos comprometedores contra el dueño de casa, razón por la que no fue detenido.Este allanamiento se desarrolló en forma simultánea con otros en los más variados puntos del país en busca de integrantes de una red nacional de pornografía infantil y pedofilia. Por ejemplo, en Córdoba sucedió todo lo contrario que en Misiones. Allí sí se produjeron detenciones. En este caso, las caras de los detenidos aparecían en los videos que eran subidos a la red de redes.El procedimiento en Oberá se llevó a cabo el 24 de enero pasado y se manejó con total hermetismo, en virtud de que el hombre que aparecía como titular del “IP” es de una reconocida familia de la Zona Centro.En el escenario del hecho los federales secuestraron una CPU, una netbook, pendrives y otros elementos relacionados con la informática.Todos serán llevados a Capital Federal para ser peritados, pese a que en un principio no se encontraron indicios comprometedores contra el comerciante.Una fuente consultada por este diario explicó que “es muy posible que el sistema haya sido ‘hackeado’ por esta organización. No obstante, se secuestraron elementos que serán peritados en Capital para determinar la implicancia o no de este hombre en la causa investigada”, indicó.Y agregó que “no es descabellado pensar que un vecino se haya apropiado del servicio y utilizado el “IP” para subir imágenes a Internet”.Los otros operativos se realizaron en lugares dispares del país, entre ellos Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y San Luis.En todos trabajaron efectivos de la División Delitos Tecnológicos de la Policía Federal. En el caso de Oberá con un exhorto remitido al Juzgado Federal de Eldorado.Los investigadores explicaron que si el rostro del comerciante o alguna de las dependencias de su domicilio o comercio aparecían en las imágenes con que cuenta la Justicia en Capital Federal, la detención del mismo era un hecho, como sucedió en Córdoba, por ejemplo.Pero eso no ocurrió y los uniformados se limitaron al secuestro de los citados elementos informáticos.No obstante, “se siguen las pesquisas porque hay indicios sólidos de que una parte de la organización opera en Misiones”, concluyó el portavoz del caso.





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