BUENOS AIRES (NA). El Gobierno nacional derogó 17 resoluciones que habían sido tomadas entre 1999 y 2011, a través de las cuales se aplicaban licencias automáticas sobre las importaciones.Lo hizo a través de la resolución 11/2013, publicada ayer en el Boletín Oficial por el Ministerio de Economía, con la firma del titular de esa cartera, Hernán Lorenzino.A través de esa decisión, el Palacio de Hacienda dispuso la derogación de los “procedimientos para el Trámite de las Licencias de Importación”, que alcanza principalmente a productos provenientes de países del Mercosur.“Cuestiones de oportunidad, mérito y conveniencia, en el estadio de cumplimiento de los objetivos oportunamente fijados en las normas aludidas, tornan procedente su derogación”, justificó el Poder Ejecutivo.Así, las importaciones de numerosos productos ya no tendrán que contar con el visto bueno de la Secretaría de Comercio Interior.Los artículos alcanzados por la resolución difundida ayer son papel, artículos para el hogar, juguetes, calzado, motocicletas, cubiertas de bicicletas, pelotas, productos textiles, manufacturas diversas, partes de calzado, productos metalúrgicos, hilados, tejidos, neumáticos, tornillos, autopartes, y vehículos.Entre las resoluciones derogadas, figura la 45/2011 del Ministerio de Industria, que amplió a casi 600 productos la obligatoriedad de tramitar el permiso de importación. Las licencias automáticas son certificados oficiales que obligan al importador a cumplir con una serie de requisitos para que pueda ingresar la mercadería al país.Este mecanismo provocó que numerosos sectores industriales se quejaran reiteradamente por falta de insumos para la producción.Pero a través de estas licencias, el Poder Ejecutivo logró que la balanza comercial de 2012 registrara un superávit de 12.690 millones de dólares, un 24% por encima de 2011, más allá de que el año pasado bajaron tanto exportaciones como importaciones.Esta semana, en una entrevista que concedió al matutino Página 12, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, había anticipado que se podrían “relajar” los férreos controles que la Casa Rosada impuso sobre las importaciones.“En la medida en que los precios internacionales se estabilicen, los empresarios podrán hacer una mejor planificación para buscar competitividad y el Gobierno podrá relajar sus políticas de control a las importaciones”, dijo el funcionario.También esta semana el Gobierno elevó al máximo los aranceles que se deben abonar para importar determinados productos. Para los importadores es una “señal fuerte”El presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Diego Pérez Santisteban, celebró ayer la decisión oficial de derogar algunas trabas sobre las importaciones, al considerar que esa medida constituye “una señal fuerte, que aumentará la competitividad” de la economía.“La eliminación de licencias no automáticas era una vieja aspiración de nuestra Cámara. Así, se elimina un paso burocrático. Eso no es poco”, destacó el empresario.En declaraciones a radio El Mundo, Pérez Santisteban resaltó además que, con la derogación de varias resoluciones que imponían trabas sobre las importaciones, el Gobierno “da una señal fuerte” que apunta a “un aumento de la competitividad”.“Estas son las primeras señales en función de algo que se nos anuncia como un cambio. Pero habrá que ver cómo sigue”, enfatizó.Pérez Santisteban explicó que las licencias no automáticas “son el elemento clave de los reclamos de los países proveedores a la Argentina ante la Organización Mundial de Comercio”.“Es decir, todas las quejas, tanto de la Unión Europea como de otros países, se basaban fundamentalmente en la administración de las licencias no automáticas”, añadió.En ese sentido, evaluó que “la eliminación de cuajo de este sistema, pone además a la Argentina ante la posibilidad de incrementar” su comercio exterior.De su lado, el gerente de relaciones institucionales de CIRA, Miguel Ponce, sostuvo que “esta medida va en una buena dirección. Tiene que ver con algo que veníamos hablando que a partir de que salió la resolución que implicaba las licencias no automáticas era prácticamente una redundancia”. “O sea -avanzó Ponce- las declaraciones juradas hicieron innecesarias las licencias no automáticas. Lo que hicieron fue duplicar gestiones, y generar incongruencias ya que había productos que tenían licencias no automáticas no aprobadas y por otro lado las declaraciones juradas paradas o viceversa. Con lo cual era una contradicción”.Justamente, esta era una de las mayores quejas de quienes necesitaban trasladar productos del exterior. El doble estándar de control que dificultaba el normal desenvolvimiento de las operaciones comerciales y que le daba a Guillermo Moreno un rol central en la aprobación o rechazo del pedido de importación. Es que las licencias no automáticas son certificados que obligan al importador a cumplir con una serie de requisitos para que pueda ingresar la mercadería al país, algo sobre lo que el secretario de Comercio Exterior ponía una especial dedicación.Esta situación complicó, no solamente a los importadores si no también a diversos sectores productivos que vieron dificultado su normal desarrollo por la falta de insumos importados o por la imposibilidad de ingresas al país bienes de capital necesarios para mejorar o readecuar su flujo de trabajo. Por eso, fueron numerosos los sectores que, sobre todo en 2012, advirtieron sobre un freno en la actividad por las trabas a los productos importados necesarios para realizar las manufacturas.





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