POSADAS. “En el corazón de todos” fue el tema con el que Joselo Schuap abrió su octava presentación en Cosquín, y en el corazón de todos fue donde se quedó después de armar una fiesta y de hacer bailar a toda la plaza “Próspero Molina”. La octava luna convocó en el escenario “Atahualpa Yupanqui” en la edición 53º del Festival de Folklore de Cosquín a artistas del talante de: Teresa Parodi, Baglietto- Vitale y León Gieco, que generosamente cedió el horario televisivo de su actuación para que los artistas que están surgiendo pudieran ocupar ese espacio y llegar así a todo el país a través de la pantalla de Canal 7. Esa misma noche del martes, Misiones pisó fuerte con la presencia de Joselo Schuap, de sus músicos y del guitarrista Marcos “Chavo” Nuñez (de Los Nuñez), como invitado, que en el breve tiempo otorgado de actuación -doce minutos que se convirtieron en trece minutos y medio- dejaron salir esa fuerza y talento que los caracteriza y que los ha convertido en músicos populares desde la tierra colorada al mundo. Joselo abrió con el corrido “En el corazón de todos”, de Rulo Grabovieski, de Los 4 Ases, y le agregó un párrafo que fue coreado por la gente y que desató la alegría bajo la luna coscoína: “El corrido es misionero y el cuarteto, cordobés”. En tiempo veloz, Joselo hizo precalentar el ánimo de la gente que para el segundo tema: “Yo creí”, estaba a pleno e incluso muchos se pusieron a bailar chamamé. Para la despedida, hicieron estallar de emoción a la multitud con una selección de polcas, en la que Joselo y su banda junto a “Chavito” brillaron, entre otras canciones con “Pájaro Campana”. Ovaciones pro doquier quedaron resonando en la plaza para los músicos misioneros. Ayer, mientras regresaba a su tierra, Joselo Schuap, dialogó telefónicamente con PRIMERA EDICIÓN y compartió detalles de su paso por Cosquín. “Este fue el Cosquín que mejor nos recibió en la plaza, tengo la sensación de que cada vez la plaza es más chica, lo mismo le pasa a una criatura. Cuando vos sos chiquito mirás las cosas y te parecen más grande y el martes cuando salimos a la plaza me pareció que la gente estaba más cerca, fue algo lindo, porque las primeras veces uno sube muy nervioso y con toda una expectativa natural de que uno cree que todo pasa por Cosquín y en realidad Cosquín es solamente para mostrar lo que uno hace en el año. Allí está bueno Cosquín, en ese sentido, el encuentro con los amigos, con gente que uno solamente se encuentra allí”, dijo Joselo, al tiempo que contó que después del show dio una conferencia de prensa a sala repleta, donde se refirió a la gira “De Ushuaia a La Quiaca” que realizará en marzo o abril, destacó el trabajo del movimiento Músicos Populares Misioneros, entre otros temas. Con inmensa satisfacción, Joselo resaltó la participación del ballet de la Isla Apipé, dirigido por Osiris Ríos, durante su actuación y contó que “lo conocimos cuando navegamos con Río Infinito en 2009, él hace cinco años va tres veces por semana a la isla a enseñarles a bailar a los chicos de allí. Entonces en sueño de ellos era ir a Cosquín, hicieron pollo, empanadas para poder juntar su platita para viajar y se dio que pudimos invitarlo a subir”. En otro orden, Joselo contó el momento complicado, en cuanto a cuestiones técnicas, que debieron atravesar en el escenario coscoíno: “Hubo un cortocircuito en el monitoreo que generó un ruido de masa muy fuerte, que a su vez a nosotros nos impedía poder escuchar la música que estábamos tocando, eso es como manejar con los ojos vendados. Y bueno…le pusimos el alma y salió bien”, relató Joselo, ya con la tranquilidad de haber salido airosos de este hecho inesperado. No obstante, más allá de algunos problemas técnicos y del tiempo que resultó breve y muchos se quedaron con ganas de más, el “soberano” (público) se hizo sentir en la plaza Próspero Molina y consagró a Joselo y a los músicos misioneros, en la cuarta luna.“De Ushuaia a La Quiaca”Al cumplirse treinta años de la gira “De Ushuaia a La Quiaca”, Joselo y los músicos emprenderán viaje entre marzo y abril, a bordo del “Dino” (su colectivo), y contarán con el apoyo de León Gieco, quien además de ser el homenajeado, estará presente en distintos momentos del recorrido. El realizador Pepe Tobal, quien dirigió “La 40” será parte de esta travesía y estará al frente de la dirección de la gira “De Ushuaia a La Quiaca” para la televisión, anticipó el músico misionero, a la vez que agregó que lo que los está frenando es que deben reparar el colectivo antes del viaje, lo que requiere dinero. Asimismo, “el músico contó que en su reencuentro con León Gieco, le dijo que “con plata o sin plata, la gira sale igual”. Joselo Schuap, un cantor necesario Por Martín LazoPeriodista de Entre Ríos Susana Pérez Tort, crítica de arte sostuvo alguna vez que “ninguna obra de arte es inocente o está al margen de la sociedad en cuyo seno vio la luz. Lleva consigo un discurso, más o menos claro o legible, que nos habla del artista, su tiempo, geografía y las instancias que le tocó vivir. Con más o menos genialidad el artista al pintar su alma pinta su aldea”. En la aparente inocencia, o en el carácter festivo de la obra de Joselo Schuap, que el martes se permitió trazar una analogía entre el corrido misionero y el cuarteto cordobés, hay un claro mensaje de decidido compromiso político desde su arte. La consigna fue contra el injusto despojo de la tierra (y del agua) como patrimonio de quienes la trabajan y de quienes la habitan como jangaderos de pie sobre esa patria fluvial que tiene nombres: Acuífero Guaraní y Esteros del Iberá, cuya propiedad se arrogan los grandes concentradores y adoradores del monocultivo que talan los montes nativos impiadosamente y se adueñan de una de las mayores reservas de agua dulce de la humanidad. Joselo Schuap, además de un gran artista, es un cronista de nuestro tiempo, un militante incansable de las verdades que otros prefieren callar. Joselo Schuap es un artista necesario y la plaza Próspero Mol
ina en su cuarta luna lo entendió así, por eso, le pidió un bis aunque la conductora Maia Sasovsky no escuchó a la plaza porque no captó lo que se vivió.En su octava presentación en el escenario Atahualpa Yupanqui, el misionero logró lo que muchos en toda su vida no lo logran: Hacerse escuchar, hacer bailar y divertir a un auditorio difícil en apenas 15 minutos.Joselo Schuap subió con un virtuoso como “el Chavo” Nuñez que sacó chispa y ambos se convirtieron en la delegación de la tierra colorada. En resumen, el juglar misionero que Marcelo Simón lo presentara como un personaje del folklore litoraleño, puede volverse satisfecho de este Cosquín 2013 donde lo tuvo como protagonista de la cuarta luna.





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