Marta Collazo
Especialista en Arte-terapia (UNA)
Contacto: 3765 405746
Inicio este reencuentro, con SextoSentido, lugar que me ha acogido amorosamente, con una temática que me compete, nos compete, y es “la vida”. La razón para mí, de esta profesión (arte-terapeuta) que realizo hace varios, por no decir muchísimos años, es esto: la vida con sus altibajos, con sus alegrías, sus dolores del cuerpo y del alma.
La práctica arte-terapéutica, mi profesión busca encontrar, descubrir dentro nuestro, aquellos momentos que todos tenemos: felices, infelices, amados, abandonados y tantos más, a descubrir esos “tesoros escondidos”, vaya a saber porque guarda nuestro corazón y expandirnos con nuestra propia creación, el alma se aligera, tu espíritu se expande. Nuestro proceso de creación: es relajación, escritura, pintura, movimientos del cuerpo, al estar creando vas penetrando en esa “burbuja” que te traslada a mágicos mundos de satisfacción. Y ahí creces, con toda su simbología espiritual, vivencial, tu creación la llame: “Espejos del Alma”, reflejos de nuestras vidas.
Sobre la vejez, Simone de Beauvoir, filósofa francesa (1908/1986) escribe a sus 61 años: “yo obligare a mis lectores a escucharlos. No sigamos trampeando; en el futuro que nos aguarda esta cuestión, en sentido de nuestras vidas, no sabemos quiénes somos si ignoramos qué seremos: reconozcámonos en ese viejo, en esa vieja”. Pero su estudio (La vejez) no es solo filosófico, biológico, cultural, histórico, sino que es una propuesta de transformación social, hacia una sociedad que tenga en cuenta la voz de todas las edades: los niños, los ancianos.
¿Pero, qué es envejecer? Es un proceso de cambio, ligado generalmente al paso del tiempo, que lo notamos en la madurez y concluye invariablemente en la muerte. No historiaremos, pero geriatría, como rama de la medicina, comienza recién entrado el siglo XIX, en Francia. Simone, ira historiando, registrando diferentes épocas y autores relevantes con una relación abierta y duradera sobre esta temática.
Una clave sensible y esencial para irnos educando es “escuchar” y contar nuestras historias, cualesquiera que sean, con las palabras que sean, pero nuestras, para dar paso a una forma de conversación “que nada tiene que ver con dar voz, a los que creemos que no la tienen”. La escucha está, en recibir verdades que otros nos ofrecen, con un lenguaje amoroso, recibir al otro sin juzgar, para entablar una conversación con el propósito que haremos un mundo y una vida mejor”. Carlos Skylar. Argentino. Investigador de Educación (CONICET).





