Lo que comenzó como un sábado tranquilo en Oberá se transformó, en pocos minutos, en una escena de violencia extrema que requirió un despliegue policial de urgencia. Un hombre de 24 años fue detenido luego de una secuencia de agresiones que dejó a dos personas heridas.
El episodio se desencadenó alrededor de las 7.50 horas. Según fuentes policiales, una llamada de emergencia alertó sobre un grave caso de violencia doméstica en una vivienda ubicada en el cruce de las calles Concordia y Almirante Brown. Allí, el agresor estaba golpeando ferozmente a su pareja, una joven de 23 años.
La violencia no se limitó al ámbito privado. Un vecino de 22 años, al percatarse de los pedidos de auxilio de la mujer, intentó intervenir para frenar la agresión. Sin embargo, terminó convirtiéndose en una víctima más: el atacante la emprendió contra él, provocándole lesiones visibles en el rostro y la espalda, además de causar destrozos en la propiedad del joven que intentó socorrer a la víctima inicial.
Al arribar al lugar, los efectivos de la fuerza provincial se encontraron con un panorama complejo. El vecino yacía herido en la vía pública mientras el agresor, fuera de sí, empuñaba un machete. Lejos de deponer su actitud ante la voz de alto, el hombre comenzó a proferir amenazas de muerte contra los uniformados, resistiéndose violentamente al arresto hasta que finalmente pudo ser reducido.
El vecino herido fue trasladado de inmediato en ambulancia al Hospital SAMIC, donde recibió las curaciones pertinentes. Por su parte, la joven víctima de violencia de género fue contenida y radicó la denuncia formal en la Comisaría de la Mujer, activándose de inmediato los protocolos de protección y asistencia psicológica.
En el lugar del hecho, los peritos secuestraron el machete y un trozo de hierro, elementos que habrían sido utilizados durante los ataques.
El detenido, tras ser examinado por el médico policial de turno, quedó alojado en la dependencia local bajo una carátula que incluye lesiones, amenazas calificadas y resistencia a la autoridad. El caso ya se encuentra en manos del magistrado interviniente, quien deberá decidir la situación procesal del atacante en las próximas horas.





