Gabriela Gómez
Especialista en Cromoterapia
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En un giro inesperado dentro del mundo del diseño y la moda, el Pantone Color Institute anunció que el color del año 2026 será “Cloud Dancer” (PANTONE 11-4201), un blanco suave, neutro y luminoso. La elección marca un hecho histórico: es la primera vez que la institución selecciona un blanco desde que comenzó a definir un color representativo para cada año en 1999.
Según la directora ejecutiva de Pantone, Leatrice Eiseman, el blanco refleja “calma, serenidad y un anhelo global de claridad y nuevos comienzos”. En un contexto atravesado por cambios vertiginosos, la búsqueda de espacios más simples y entornos menos saturados parece haber sido el hilo conductor de esta decisión.
Desde la cromoterapia, la disciplina que estudia la influencia de los colores en el bienestar físico, emocional y energético, el blanco es más que una ausencia de color: es la luz que contiene a todos los colores del espectro. Representa pureza, equilibrio, limpieza mental, orden y renovación.
A nivel emocional, se lo asocia con:
• Paz interior y serenidad
• Claridad mental y enfoque
• Renovación energética
• Apertura a nuevas etapas y procesos personales
En espacios físicos, trabajar con tonalidades blancas ayuda a ampliar visualmente, oxigenar ambientes, aportar luminosidad y reducir la sensación de saturación emocional generada por el exceso de estímulos.
Diversas fuentes del diseño y la psicología ambiental coinciden en que, en los últimos años, se ha producido una saturación visual en la vida cotidiana: pantallas, publicidad constante, cambios acelerados y entornos recargados de información.
En ese sentido, Pantone propone una pausa simbólica: un “lienzo en blanco” para reconectar con lo esencial.
Sin embargo, la elección no estuvo libre de debate. En redes sociales, algunos usuarios criticaron la falta de color y la elección de un tono “seguro”, mientras otros aplaudieron la apuesta por la simpleza y la calma. Diseñadores de interiores, por su parte, celebraron la posibilidad de utilizar el blanco como punto de partida para composiciones más limpias, introspectivas y equilibradas.
¿Estamos perdiendo el uso del color? Uno de los debates que se abrieron tras el anuncio es si la sociedad está transitando un momento de pérdida del color en la vida cotidiana. La estética neutra, los espacios monocromáticos, la moda minimalista y el auge del “clean” en redes sociales parecen confirmarlo.
Pero desde la cromoterapia, el blanco no representa la ausencia del color en sí, sino la necesidad de un respiro, un espacio en el que -justamente- todos los colores pueden volver a aparecer con intención y significado. La elección de Pantone puede servir como inspiración para aplicar el blanco como herramienta de bienestar: ¿Hay blanco en tu vida?








