El comienzo de un nuevo año suele estar atravesado por la necesidad de limpiar, ordenar y soltar. Más allá de balances personales o promesas a largo plazo, el Feng Shui propone un enfoque concreto y accesible: pequeños gestos dentro del hogar que funcionan como un ritual simbólico de renovación energética.
Desde esta mirada, el 1 de enero no es un día más. Es una fecha clave para desprenderse de objetos que cargan desgaste, estancamiento o desorden, y así habilitar un flujo más armónico para el ciclo que empieza. No se trata de grandes reformas ni gastos, sino de decisiones simples y conscientes.
El sentido de quitar para poder renovar
En el Feng Shui, acumular objetos sin uso o en mal estado bloquea la circulación del chi, la energía vital. Cada elemento del hogar tiene una carga simbólica y emocional, incluso aquellos que pasan desapercibidos en la rutina diaria.
Quitar no implica perder, sino liberar espacio. Al desprenderse de lo que ya cumplió su función, se envía un mensaje claro: hay lugar para lo nuevo. Por eso, el primer día del año resulta especialmente potente para realizar esta limpieza intencional.

Objetos rotos o deteriorados: lo primero que debe salir
Uno de los principios más claros del Feng Shui es evitar conservar objetos dañados. El 1 de enero es un momento ideal para:
Descartar vajilla astillada o rajada.
Retirar muebles en mal estado o con partes sueltas.
Quitar adornos rotos, relojes que no funcionan o marcos dañados.
Estos elementos representan interrupciones, desgaste y falta de continuidad. Mantenerlos en casa simboliza permanecer atado a situaciones inconclusas.
Ropa que ya no usás o no te representa
El placard también concentra energía. La recomendación es revisar prendas que no se usan desde hace tiempo, que están rotas o que remiten a etapas que ya quedaron atrás.
Soltar ropa antigua, aunque esté en buen estado, permite renovar la identidad energética del hogar y de quien lo habita. Donar o retirar esas prendas ayuda a marcar el cierre de un ciclo y a despejar el camino para lo que viene.
Papeles viejos y objetos sin función
Facturas vencidas, papeles acumulados, revistas antiguas o cajas guardadas “por las dudas” suelen generar ruido visual y mental. El Feng Shui sugiere eliminar aquello que no cumple una función clara en el presente.
Lo mismo ocurre con objetos duplicados o que no se usan desde hace años. Reducir esa carga favorece la claridad y la sensación de liviandad al iniciar el año.
La puerta de entrada, un punto clave
La entrada del hogar es considerada la “boca del chi”, el lugar por donde ingresa la energía. Para el 1 de enero, se recomienda retirar cualquier elemento que obstaculice ese espacio.
Quitar zapatos acumulados.
Retirar alfombras gastadas o sucias.
Eliminar adornos rotos o fuera de lugar.
Una entrada despejada simboliza apertura, oportunidades y un nuevo comienzo sin trabas.
Pequeños gestos con gran impacto
Además de quitar, el Feng Shui sugiere reemplazar ciertos objetos cotidianos muy usados:
Cambiar toallas o repasadores muy gastados.
Reemplazar una lámpara quemada.
Renovar velas consumidas o aromatizadores agotados.
Son gestos mínimos que actualizan la energía diaria y refuerzan la intención de empezar el año con mayor claridad y bienestar.







