Se conmemoró el martes el 107 aniversario de la Recuperación de la Independencia de la República de Polonia y la Colectividad Polaca junto al “Nasz Balet Apóstoles” recordó este acontecimiento con un acto en el centro de Apóstoles.
Al pie del “Cristo de la Paz”, en inmediaciones de la Iglesia San Pedro y San Pablo, colocaron una ofrenda floral y cantaron el himno polaco junto al “Ensamble Coral Apóstoles”, dirigido por Lizzy Bernal. También hubo un recordatorio a los miembros de la colectividad ya fallecidos, que fueron protagonistas de la historia del Monumento con su trabajo, esfuerzo y dedicación.
El presidente de la Colectividad Polaca, Facundo Sniechowski indicó que “para nosotros es un día muy especial porque cuando terminó la Primera Guerra Mundial, Polonia tenía 123 años de ocupación del Imperio Austro-Húngaro, había perdido territorio, había perdido soberanía y, la finalización de la Primera Guerra permitió que varios países recuperaran su independencia, entre ellos Polonia”.
Agregó que, raíz de este hecho, “nuestros abuelos, inmigrantes polacos, construyeron el Monumento a la Independencia de Polonia que se encuentra en el atrio de la iglesia San Pedro y San Pablo, cuando el templo aún no existía -la primera parte se concluyó en 1936-. Los polacos eligieron como el lugar más importante de Apóstoles para celebrar este acontecimiento, que era la independencia de Polonia, la recuperación, que Polonia volvía a ser soberana y libre. Al pie de ese monumento todos los años hacemos la ofrenda floral y cantamos el himno, en este caso con los niños y el Ensamble Coral”.
Sostuvo que la historia de Polonia “tiene momentos de mucha valentía” y por eso “se recuerda tanto a los héroes que hicieron posible la libertad del país. En la Primera como en la Segunda Guerra Mundial murieron muchos hombres, al punto que tuvieron que pelear niños y adolescentes porque se quedaban sin hombres. Es por eso que el 3 de mayo como el 11 de noviembre se celebra la memoria de todas las personas que dieron su vida para que Polonia pueda recuperar su libertad”.
De acuerdo a lo manifestado por Sniechowski, los abuelos que llegaron a Apóstoles y al resto de la zona sur de Misiones, tuvieron que salir de Polonia antes de la Primera Guerra Mundial “porque la situación era muy difícil, pero nunca perdieron su amor a la patria y tuvieron siempre la esperanza y la oración puesta para que Polonia pueda recuperar su libertad. Apoyaron económicamente e impulsaron muchas campañas en ese sentido.
En la Segunda Guerra muchos hijos de los inmigrantes fueron parte del ejército. Los polacos inmigrantes siempre fueron muy cercanos a todo lo que pasaba en Polonia”.

Lo que dice la historia
En 1919 se inició la construcción del Monumento a la Independencia de Polonia – Cristo de la Paz, tras la colocación de la piedra base fundamental, tallada con fecha 11 de septiembre de 1919. La comisión parroquial solicitó al Gobierno del Territorio Nacional de Misiones la autorización para utilizar piedras de la antigua Reducción Jesuítica para el pedestal del monumento.
Teodor Idzi, Pedro Juzwiak, José Szeliga, Francisco Palazeski y Swiderski, entre otros, estuvieron al frente de la obra. El águila blanca ubicado en el pedestal, es obra de Teodoro Idzi. La escultura del Cristo de la Paz es similar a la imagen del Cristo Redentor de los Andes, en Mendoza. “Es un símbolo de paz cuya devoción fue incentivada por el papa León XIII, quien al iniciarse el siglo XX escribió algunas encíclicas pidiendo por la paz mundial, encomendándonos a Cristo Redentor”, manifestaron conocedores del tema. El 18 de enero de 1920, tras haberse efectivizado el Tratado de Versalles, se inauguró el Monumento a la Independencia de Polonia, con la presencia de autoridades eclesiásticas.





