El comportamiento de los ríos en Misiones muestra señales de estabilidad tras varios meses de variaciones marcadas por la sequía y el exceso de lluvias. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el ingeniero Juan Borús, del Instituto Nacional del Agua (INA), analizó la situación actual de los caudales del Paraná, el Iguazú y el Uruguay, explicó los factores climáticos que inciden en la región y adelantó las perspectivas para los próximos meses.
Según Borús, la situación actual de los ríos en la región es “básicamente estable” y señaló que no espera grandes cambios en el corto plazo, ni en el caudal en Puerto Iguazú, ni en el aporte del río Iguazú, ni en la ribera misionera del Paraná.
Además, explicó que desde la segunda mitad de octubre se observa un cambio favorable en la vía fluvial, especialmente en el tramo misionero-paraguayo del Paraná, donde las lluvias sobre la alta cuenca brasileña permitieron una recuperación significativa de los embalses y la normalización de los suelos, que venían de un largo período de sequía.
Según el especialista, estas precipitaciones alcanzaron tanto la mitad norte de la cuenca, que estaba con déficit hídrico y embalses con reservas bajas, como la mitad sur, más cercana a Itaipú, donde la respuesta hidrológica es rápida. Si bien el caudal entrante al embalse de Itaipú aún está por debajo del promedio habitual para noviembre, Borús sostuvo que se acerca progresivamente a los niveles esperados.
En ese contexto, consideró que la segunda mitad de la primavera muestra una tendencia a la normalización, aunque destacó que el río Iguazú, pese a su aporte, no tiene la capacidad de revertir por sí solo un escenario de bajante.
El ingeniero señaló que desde hace dos semanas el caudal en las Cataratas del Iguazú supera el promedio, llegando incluso a triplicarlo en algunos momentos, algo que calificó como positivo para el aporte al Paraná y para la actividad turística, siempre que no se interrumpa el servicio en el parque.
LLuvias frecuentes e intensas
Respecto a Misiones, advirtió que la provincia seguirá registrando lluvias frecuentes e intensas, lo que genera preocupación en la vertiente del río Uruguay, especialmente en zonas como El Soberbio, donde las descargas rápidas provocan erosión y otros problemas asociados. Recordó que la parte sur de Misiones es la región de la Cuenca del Plata con mayor acumulación de lluvias anuales, y este año no es la excepción.
Consultado sobre las causas del incremento de precipitaciones, Borús explicó que el fenómeno se debe a factores climáticos regionales más que globales. “La niña nunca llegó a instalarse plenamente, y eso hizo que los forzantes locales -como la humedad proveniente del Atlántico y la Amazonía– predominen sobre los del Pacífico”, señaló.
Indicó que estas condiciones provocaron una mayor disponibilidad de humedad atmosférica en la región, generando lluvias frecuentes sobre Misiones y la cuenca misionero-paraguaya del Paraná, lo que evitó que el río alcanzara niveles de bajante significativos.
Sobre las perspectivas, Borús consideró que para mantener condiciones óptimas sería necesario que la frecuencia de lluvias vuelva a valores normales durante la primavera, con montos acotados, de modo que el sistema fluvial no se vea sobrecargado. Añadió que la alta cuenca del Paraná debería continuar regulando el escurrimiento de manera que los niveles se mantengan estables hasta fin de año.
Perspectivas
El especialista reveló que en una reciente reunión del Servicio Meteorológico Nacional se confirmó la posibilidad de que en lo que resta de la primavera y en la primera mitad del verano las precipitaciones se ubiquen por debajo de lo normal. Sin embargo, advirtió que prefiere mantener “cautela” respecto a una confirmación definitiva del fenómeno de La Niña, dado que las señales aún no son concluyentes.
En cuanto al seguimiento de los ríos, Borús detalló que los registros son permanentes y que la variabilidad climática regional obliga a un monitoreo constante del corto plazo
. “Si antes era permanente, ahora es recontra permanente”, dijo con humor, subrayando que hoy se trabaja con pronósticos sinópticos de tres o cuatro días, que permiten estimar cuándo y dónde lloverá, aunque no con precisión cuánto.
Finalmente, concluyó que la situación actual del río Paraná es estable, sin expectativas de grandes cambios en el corto plazo. “No esperaría variaciones significativas ni en el caudal de Puerto Iguazú ni en la ribera misionera del Paraná”, afirmó.




