Este 30 de octubre se cumplen 25 años desde aquel lunes del año 2000 en que se producía la partida definitiva del escritor entrerriano de nacimiento y misionero por adopción y “militancia” Hugo Wenceslao Amable.
Autor de estilemas, cuentos, novela, ensayos e investigaciones lingüísticas sobre regionalismos; multiplicado entre la docencia, la radio, el teatro y sus talleres literarios; su legado es parte esencial de la literatura regional.
Autor de una vasta obra, integrada por poesía, narrativa y ensayística, de su prolífica producción literaria merecen especial divulgación “La mariposa de obsidiana” y sus ensayos lingüísticos “Gentilicios de la Mesopotamia” y “Las Figuras del habla misionera”.
Fue uno de los primeros en escribir para adolescentes -esa franja tan difícil de conformar y acaso el primer escritor “fronterizo” de Misiones, ya que su escritura subraya una cadencia particular, un quehacer de la palabra que habita esta zona, a la vez de reconocer el legado de su fondo documental, cultural y literario.
Vida y obra
Nació el 8 de mayo de 1925 en Paraná (Entre Ríos), pero se radicó en Oberá hacia 1958 y desde entonces se embanderó con orgullo en el misionerismo hasta su fallecimiento en Posadas el 30 de octubre de 2000.
Entre sus innumerables obras se puede enumerar “Destinos” (editado en Santa Fe en 1973), “Las figuras del habla misionera”, “La Mariposa de Obsidiana” (1978, obra que mereció una distinción en la Feria Internacional del Libro en 1984), “Cuentos Regionales del Litoral”, “Cuentistas de la Mesopotamia”, “Tierra encendida de Espejos”, “Los gentilicios de la Mesopotamia” o “El Lenguaje de Perón” (libro que habla de la ideología o del ‘idiolecto’ del tres veces presidente).
Radicado en Oberá, incursionó también como profesor y periodista; fue entre otras cosas fundador y director general de LT 13 Radio Oberá, corresponsal del diario La Nación de Buenos Aires, director de teatro, catedrático de la Universidad Nacional de Misiones y del Instituto Montoya.
Como lingüista se lo considera el que más seriamente y con más profundidad abordó el trabajo de investigación, aunque no tuvo la posibilidad de publicar todos los trabajos que realizó al respecto.
Como gestor cultural, fue cofundador de la Feria Provincial del Libro de Oberá, director general de Cultura de la provincia y el primer representante que tuvo Misiones en la Academia Argentina de Letras, además de integrar la Sociedad Argentina de Escritores filial Misiones (SADEM), la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina y la Sociedad Argentina de Lingüística.
Además, Don Hugo se decía “amable” no sólo por el apellido, sino por su carácter: siempre sonriente, siempre con un humor sutil, buen compañero en los encuentros, propulsor de otros escritores noveles que se iniciaron con él en las letras.









