Hay decisiones pequeñas que, sin embargo, terminan afectando el día a día de una empresa. Una de ellas, aunque muchos no lo noten, es elegir una buena impresora. Puede parecer un detalle, pero cuando falla, se detiene toda la oficina: presupuestos que no salen, contratos que esperan, clientes que aguardan.
En estos tiempos en que la velocidad lo es todo, contar con un equipo confiable se ha vuelto casi tan importante como tener una conexión a Internet estable. Y si estás pensando en renovar o sumar una nueva máquina, conviene mirar las opciones de HP, Canon, Brother o Ricoh Argentina, marcas que mantienen buena reputación en el mercado por su rendimiento y durabilidad.
La velocidad sí importa
En la oficina, cada minuto cuenta. Nadie quiere que un simple informe tarde una eternidad en imprimirse. La velocidad de impresión se mide en páginas por minuto (ppm), y aunque suene técnico, la diferencia se nota: entre un equipo que imprime 15 páginas por minuto y otro que alcanza las 35, hay un abismo cuando los pedidos se acumulan.
Las impresoras láser suelen destacar en este punto. Son rápidas, constantes y capaces de mantener la calidad, aunque trabajen al máximo. Modelos como la M 320F de Ricoh imprimen documentos con nitidez, incluso en jornadas de alta carga, lo que las convierte en una opción segura para oficinas que no pueden darse el lujo de perder tiempo.
Cuánto imprimes al mes también define tu elección
Todas las empresas tienen requerimientos de impresión diferentes. Algunas apenas necesitan un par de copias a la semana; otras, cientos de hojas por día, por eso conviene revisar el volumen mensual recomendado que indica cada fabricante.
Una pyme que imprime entre 1.000 y 5.000 páginas mensuales puede arreglarse con un equipo de gama media, mientras que un estudio contable o una institución educativa tal vez necesite una máquina diseñada para más de 20.000 páginas al mes.
Lo ideal es elegir una impresora que soporte un poco más de lo que realmente se necesita. Así se evita sobrecargarla y se alarga su vida útil.
El costo por página, ese gasto que pasa desapercibido
Una de las trampas más comunes es mirar solo el precio inicial, ya que el verdadero gasto está en el costo por página, es decir, cuánto cuesta cada impresión considerando tóner, energía y mantenimiento.
Las impresoras láser, en general, son más económicas que las de tinta cuando se imprimen grandes volúmenes. Los cartuchos duran más, y el resultado es más estable. Marcas como Brother y Ricoh trabajan con tóners de alto rendimiento pensados para reducir costos a largo plazo.
La M 320F, por ejemplo, está diseñada para ser eficiente tanto en consumo energético como en tóner. Ideal si quieres evitar sorpresas en la factura a fin de mes.
Conectividad: imprimir sin cables, sin enredos
Atrás quedaron los tiempos en los que la impresora solo funcionaba conectada por cable al CPU principal. Hoy todo pasa por la conectividad: redes Wi-Fi, impresión desde el celular o desde la nube.
Una buena impresora moderna debería permitirte enviar un documento desde tu notebook o tu teléfono sin perder tiempo en configuraciones. Equipos con Wi-Fi Direct, Ethernet y compatibilidad con AirPrint o Google Cloud Print facilitan el trabajo en grupo y reducen los cuellos de botella.
En oficinas donde todos imprimen, esta flexibilidad es clave. HP, Canon y Ricoh están apostando fuerte por este tipo de conectividad sin cables, más cómoda y adaptada a los tiempos actuales.
Que haga algo más que imprimir
Los modelos multifunción, que copian, escanean y hasta envían fax, se han vuelto imprescindibles. Permiten digitalizar documentos, compartirlos al instante o archivar facturas sin depender de un escáner externo.
En este terreno, Ricoh se ha ganado una reputación sólida. La M 320F destaca por escanear con gran precisión y rapidez, lo que la hace ideal para oficinas donde el papel todavía tiene peso, pero se busca avanzar hacia una gestión más digital.
Canon y Epson también han mejorado sus líneas multifunción, con pantallas táctiles y sistemas intuitivos que simplifican el trabajo diario.
Seguridad y mantenimiento, dos aspectos que no conviene pasar por alto
Una impresora puede ser una puerta de entrada para ataques informáticos. Los equipos más recientes almacenan temporalmente datos, contraseñas y documentos, por lo que es recomendable optar por modelos con protección de usuario y cifrado de información.
Tanto HP como Ricoh incorporan medidas de seguridad que permiten controlar quién accede a la impresora y desde qué dispositivo. Además, ofrecen paneles de administración para monitorear el uso y evitar abusos o errores.
En cuanto al mantenimiento, los equipos láser son resistentes, pero conviene usar tóners originales y limpiar los rodillos cada cierto tiempo. Una mínima prevención evita muchas visitas al servicio técnico.
Consejos finales antes de comprar
Antes de decidirte, es recomendable hacer una lista con lo que realmente se necesita:
- ¿Cuántas páginas imprimes por mes?
- ¿Necesitas color o te basta con blanco y negro?
- ¿Preferís conectividad inalámbrica o usas redes cerradas?
- ¿Qué espacio tienes disponible en la oficina?
Con esas respuestas, vas a poder filtrar modelos sin perderte en detalles técnicos. Y si tu empresa crece, lo ideal es elegir un equipo que también pueda acompañar ese crecimiento.
Elegir la impresora correcta es una decisión importante, ya que un mal equipo puede interrumpir el trabajo, aumentar los costos y frustrar a tus empleados. Por eso, vale la pena tomarse el tiempo para comparar, leer especificaciones y consultar con distribuidores oficiales.





