El Parque Provincial Salto Encantado recibió a nuevos integrantes, un grupo de animales silvestres provenientes del mascotismo, del comercio ilegal o bien luego de haber sido atropellados y que pasaron el correspondiente proceso de rehabilitación.
Tucanes, loros, monos, coatíes, fueron solamente algunos de los ejemplares que recibieron el “alta” para regresar a su hábitat natural.
La acción conjunta, que refuerza el compromiso con la conservación de la biodiversidad, estuvo liderada por el Ministerio de Ecología de la Provincia, en colaboración con la Fundación Ohana.
La jornada contó con la presencia de autoridades de los organismos intervinientes y del Centro de Rescate de Fauna Silvestre Ohana, desde donde señalaron que “poder hacer un trabajo en el cual se les devuelva la dignidad a esos animales y que vuelvan a su vida silvestre es un momento súper agradable, que nos llena de felicidad, así que estamos muy contentos por eso”.

“Liberamos dos maitacas (loros), un tucán, ocho monos, una yarará, dos coatíes, una tortuga y un lobito de río. Fue una cantidad importante de animales que volvieron al lugar de donde nunca deberían haber salido, que es su hogar, la selva”, detalló Fernando Piesco, director del Centro de Rescate de Fauna Silvestre Ohana.
Al mismo tiempo rescató el valor de “trabajar mancomunadamente con el Ministerio de Ecología apoyándonos en ellos, en la Policía de Defensa del Medio Ambiente para poder hacer los operativos, lograr rescatar esos animales. Hacer una intervención rápida y efectiva nos permite darles atención inmediata y que ellos puedan recuperarse con una mayor eficiencia”.
También contó que “entre los animales liberados se encontraban dos coatíes, uno de los cuales fue rescatado tras sufrir un atropellamiento en las cercanías de Oberá. Había sufrido una fractura en un hueso de la cabeza que requirió de tratamiento especializado hasta su completa recuperación. El segundo ejemplar de esa especie fue recuperado del mascotismo”.
Detalló que “también volvieron a su ambiente natural dos loros maitaca, cuya historia destaca el impacto de la concientización. Estas aves fueron vendidas como mascotas por integrantes de una aldea, quienes al conocer el trabajo de la Fundación Ohana, entregaron de manera voluntaria los animales para su rehabilitación y reinserción”. Completaron la lista un tucán y una tortuga, ambos rescatados de la condición de mascotas ilegales.













