Al finalizar la práctica de Yoga todo lo que se siente es maravilloso en lo físico, mental y espiritual. Todo es claro y real. Lo que nos recuerda a aquel maestro que decía que no hay más tinieblas que las motivadas por la ignorancia y la ilusión, refiriéndose a despejar los velos para alcanzar la luz. Sentados en la colchoneta buscamos la lectura habitual y en la página señalada el Dr. Deepak Chopra, refiriéndose a vivir para la iluminación como una de las claves de la felicidad, nos decía que “todas las sensaciones existen en la conciencia. Ahora extiende este conocimiento a tu cuerpo”. Entonces seguimos leyendo: “Lo experimentas como una serie de sensaciones: el peso de tus brazos, el ir y venir de tu respiración, el golpeteo de tu corazón cuando corres.
Pero una vez más, ninguna de estas sensaciones puede encontrarse en el cerebro, ni siquiera con estudios de tomografía axial computarizada o resonancia magnética funcional. Lo único que revelan estos análisis son señales electroquímicas”. ¡Sí que lo explica el Doctor! “Así pues, tu cuerpo también existe en tu conciencia. No hay otro lugar donde pueda experimentarse”. Nos detenemos a reflexionar unos instantes y continuamos leyendo: “Echa un vistazo al mundo que te rodea. Todo en sus colores, sonidos, sabores y olores parece completamente real pero, ¿dónde se localiza este mundo? Si levantas una piedra que ha estado bajo el sol, tu condicionamiento pasado te induce a pensar: ‘Si esta piedra se siente pesada y tibia, es real’.
Pero si tu cuerpo, que también se siente pesado y tibio, sólo existe en la conciencia, la piedra también. Todo lo que te sea posible experimentar, así se encuentre en el rincón más lejano del Universo, existe en tu conciencia. Para encontrar tu hogar debes hallar dónde reside esta conciencia”. Reflexionamos y seguimos leyendo: “Ahora plantéate la pregunta definitiva: ¿dónde existes tú?
Si el mundo no puede encontrarse en tu cerebro, mucho menos tú, pues ningún estudio de resonancia magnética ha encontrado jamás una parte del cerebro que se active cuando te percibes a ti mismo. Y sin embargo sabes que tienes un ser. Para hallarlo debes pensar fuera del cerebro; de hecho, fuera del tiempo y del espacio. Eres conciencia pura, que no tiene localización en el tiempo ni en el espacio”. Sí que nos hace reflexionar el Doctor, pero ahora ponemos el señalador porque debemos retirarnos. Namasté.
Ana Laborde
Profesora de Yoga
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