En tiempos de crisis, muchas decisiones cotidianas se convierten en dilemas. Comprar alimentos, pagar los servicios, costear los medicamentos: todo compite en un presupuesto cada vez más ajustado. Y entre esas prioridades, la salud visual suele quedar relegada. Muchos postergan la visita al oftalmólogo, estiran el uso de sus viejos lentes o recurren a productos baratos sin control sanitario, aun cuando eso implique un riesgo para la vista.
En Misiones, donde el 80% del territorio es frontera con países vecinos, este problema se agrava: la entrada de anteojos sin regulación es una realidad cotidiana. Aunque alivian el bolsillo, pueden provocar daños irreversibles.
Consciente de este escenario, Analía Melo Fajardo, presidenta de la Cámara de Ópticos de la Provincia, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones trazó un mapa de la situación actual del sector: las dificultades económicas, el impacto en la salud, la cobertura de las obras sociales y la importancia de mantener los controles periódicos, sobre todo en niños y adultos mayores.
“La falta de circulante y la pérdida del poder adquisitivo golpean de lleno”, señaló y explicó que “marcas que se vendían hace 4 o 5 años ya son inaccesibles para muchos sectores, por eso las ópticas nos amoldamos a la demanda de la gente”. Aunque se trata de un rubro de primera necesidad, la titular de la Cámara advirtió que la situación es “complicada y crítica”.
Productos sin control: un riesgo para la salud visual
Melo Fajardo también advirtió sobre la proliferación de productos ilegales: “Tenemos una lucha permanente con elementos que no tienen control de la ANMAT. En una provincia de frontera como la nuestra, ingresan muchos productos no regulados”.
El riesgo, sostuvo, es enorme: “Imaginate lo grave que puede ser que te digan: ‘Probate de estos cinco, ¿con cuál enfocás mejor?’. Y no hablamos solo de lentes recetados: un anteojo de sol trucho también es un peligro”.
Detalló que incluso en gafas de protección el material utilizado puede ser engañoso: “El policarbonato resiste impactos, pero tiene una calidad óptica pésima y no está bien hecho”.
Cobertura de obras sociales y limitaciones
Respecto a los convenios, explicó que “solo el PAMI cubre productos casi al 100%, aunque son elementales y sin tratamientos especiales”.
El resto de las obras sociales “fijan un monto de acuerdo a sus presupuestos y el afiliado debe valerse de eso. En ese sentido, los pagos a las ópticas se vienen realizando regularmente, pero la cobertura es insuficiente”, precisó.
Sobre los precios actuales, la titular de la Cámara de Ópticos señaló que “un par de lentes, uno de lejos y otro de cerca, puede arrancar en 45.000 pesos, dependiendo del armazón y del cristal. De ahí para arriba, lo que quieras. Un armazón de marca hoy no baja de 150.000 a 170.000 pesos”.
Aunque no todos pueden acceder, destacó una ventaja: “En el país tenemos buena financiación, cosa que en el exterior no hay”.
En relación a los insumos, recordó que el sector sufrió “una hiperinflación del 250% interanual en 2023”, pero que luego hubo bajas de hasta un 20% en algunos productos importados. Este año, tras la liberación del dólar, “los precios se mantuvieron estables y en algunos casos bajaron por la falta de ventas”.
De todos modos, aclaró que “las tasas de financiación de tarjetas aumentaron, y en armazones nacionales sí hubo subas, aunque no con la velocidad del 2023”.
Controles y asistencia solidaria
La Cámara recomienda controles anuales, aunque varían según cada caso. “En chicos, una vez detectada una dificultad, deben controlarse a veces cada 6 meses. En adultos, salvo patologías como diabetes, suelen espaciarse cada 2 o 3 años. Los adultos mayores son quienes más necesitan renovar sus gafas”, indicó.
Sobre la situación de los jubilados, advirtió: “Los que tienen PAMI cuentan con cobertura, pero el que no lo tiene, ¿cómo hace?”.
Con 40 años de experiencia en Eldorado, la profesional valoró la asistencia social: “Hoy entre el municipio, el Ministerio y el hospital SAMIC ayudan bastante. Hay muchos operativos provinciales, e incluso fundaciones de Buenos Aires han colaborado llevando a operar a personas en Posadas y en Buenos Aires”.
En ese sentido, aclaró que “siempre que los operativos sean gratuitos, nadie puede enojarse porque llegan a sectores que realmente lo necesitan. El problema es cuando vienen de afuera y cobran”.
Finalmente remarcí que “la parte solidaria funciona, la parte pública también, porque notaron la demanda y la importancia de atenderla profesionalmente”.




