En el barrio 17 de Octubre de Montecarlo, a pocos pasos del puente sobre el arroyo Bonito, una pequeña panadería de barrio se convirtió en ejemplo de solidaridad. Desde su vidriera, ofrece bolsas con panes y facturas acompañadas de un cartel sencillo pero contundente: “Si necesita, lleve”.
El emprendimiento, que lleva siete años en la comunidad, es atendido por Nicolás Bravo, quien contó a PRIMERA EDICIÓN que esta práctica solidaria no es nueva: “Siempre regalamos lo que va quedando. Por ahí se puede hacer pan rallado, pero prefiero regalar a la gente que necesita”, relató.
Bravo explicó que la idea de colocar el cartel surgió para que más vecinos supieran de la iniciativa: “Esto panes lo hacemos siempre, nomás que ahora pusimos un cartelito porque había mucha gente que no sabía”.
Con gratitud hacia quienes día a día eligen su panadería, Nicolás resumió el espíritu de su propuesta: “Gracias a Dios se vive, y estamos muy agradecidos siempre con todos”. Su gesto solidario se multiplica en el barrio y se convierte en un ejemplo de empatía en tiempos difíciles.










