La naranja es una de las frutas más consumidas en el mundo gracias a su aporte de vitamina C, fibra y antioxidantes. Sin embargo, cuando se transforma en jugo natural, gran parte de sus beneficios se reducen y, según investigaciones recientes, su consumo frecuente puede generar efectos no deseados en el organismo.
Un estudio publicado en 2024 en JAMA Pediatrics, realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y otras instituciones, analizó 42 trabajos previos sobre la ingesta de jugo de fruta al 100%. Los resultados evidenciaron que, en niños, cada vaso diario adicional se asoció con un incremento de 0,03 puntos en el índice de masa corporal. En adultos, los estudios que no ajustaron el análisis por consumo total de calorías registraron un aumento de 0,21 kilos por porción diaria.
Los riesgos de consumir jugo en exceso
Entre las principales razones por las que el jugo de naranja puede resultar perjudicial, los especialistas señalan:
Alta concentración de azúcares: al perderse la fibra en el proceso de extracción, el líquido concentra la fructosa y provoca picos en los niveles de glucosa y triglicéridos, lo que puede favorecer la resistencia a la insulina y otros problemas metabólicos.
Menor saciedad: al beber la fruta en forma líquida, el organismo no recibe la misma sensación de llenura, lo que lleva a un consumo mayor de calorías durante el día.
Aumento de peso: la evidencia científica muestra una relación entre la ingesta frecuente de jugo y una suba leve pero constante de peso, sobre todo en niños.

Por qué conviene elegir la fruta entera
Consumir la naranja en su forma natural sigue siendo la opción más recomendada por los especialistas. La fruta entera aporta fibra soluble, que ayuda a regular el colesterol, controlar la glucosa y mejorar la flora intestinal. Además, una naranja mediana supera los 80 mg de vitamina C y contiene ácido fólico, carotenoides y flavonoides con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
El ácido cítrico presente potencia la absorción del calcio y favorece la eliminación de toxinas como el ácido úrico. A su vez, los compuestos bioactivos que contiene están asociados con la prevención de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
La clave: moderación
Los expertos coinciden en que el jugo natural puede consumirse de manera ocasional, pero no debería reemplazar a la fruta entera. Tampoco se recomienda optar por versiones industrializadas, ya que suelen incluir azúcares agregados y carecen de la fibra que hace de la naranja un alimento completo y saludable.






