“El salmón es la vida”, dicen algunos. Y yo respondo: “El dorado, la boga y el surubí también lo son, si sabés cómo tratarlos”. Aquí, en Misiones, sabemos que la verdadera joya no está en el mar, sino en nuestros ríos. Y hoy vamos a honrar a nuestros peces con una receta que los eleva a la categoría de manjar. Con una cocción simple y un aderezo fresco y cítrico, este plato es la solución para esos días en los que querés comer sano, rico y sin complicarte. Porque, seamos honestos, la vida ya es lo suficientemente complicada.
Ingredientes
- 1 filete de dorado, surubí o boga, sin espinas (créeme, querrás que no las tenga).
- 1 manojo de espárragos verdes, con los tallos duros cortados.
- 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen.
- Sal marina y pimienta negra.
Para el aderezo, ¡la versión mejorada!:
- El jugo de ½ limón y un chorrito de jugo de naranja (el toque de dulzor y acidez es espectacular).
- 1 cucharadita de perejil picado finamente (en lugar del eneldo, que no siempre le va bien a los de río).
- 1 cucharadita de cilantro picado finamente (si te gusta, si no, lo ignoras y sigues con el perejil).
- Unas gotitas de aceite de oliva.
- Pizca de sal y pimienta.
Paso a paso
- Seca el filete de pescado con una toalla de papel. Este paso es el único que no es negociable, ¡recuérdalo! Salpimenta generosamente.
- Calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Coloca el pescado con la piel hacia abajo (si la tiene) y cocina por 3-4 minutos. Verás que la carne empieza a volverse opaca desde los bordes hacia el centro.
- Lanza los espárragos a la sartén junto con el pescado. Dales la vuelta para que se cocinen de forma pareja, unos 3-4 minutos.
- Voltea el filete de pescado con una espátula ancha y delicadamente. Cocina por el otro lado solo 1-2 minutos más. Si ves que la carne está opaca y se deshace con facilidad, ¡está listo! No lo sobrecocines o parecerá un ladrillo.
- Mezcla en un tazón el jugo de limón y naranja, el perejil y/o el cilantro, el chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta.
- Sirve el pescado y los espárragos y rocía con tu aderezo casero. ¡La combinación de lo cítrico con lo fresco de las hierbas es una bomba de sabor!
Ahora tienes un plato que no solo es delicioso y saludable, sino que también es un homenaje a la región. No necesitas ingredientes exóticos para comer como un rey.





