Los errores y las distracciones, las mismas que fueron una constante a lo largo de su participación el certamen, complotaron para que Crucero del Norte cierre su participación de local en la categoría con un festejo trunco.
La derrota 3-2 ante Sarmiento de Resistencia, este sábado en el estadio Andrés Guacurarí, fue el reflejo de lo que fue el Colectivero a lo largo del campeonato: un equipo plagado de carencias. Llegó a estar dos goles arriba, pero bajó la guardia y cometió fallos insólitos para que la visita se lleve tres puntos de Santa Inés y la clasificación a la siguiente instancia.
Si bien nada podía cambiar su destino, pues el descenso de Crucero ya se consumó dos fechas atrás, la intención era tratar de que el último partido de local sea con una “alegría” para su gente. Finalmente, no hubo nada de eso porque los errores propios lo direccionaron hacia una nueva caída y los números negativos aumentan: llegó a 18 partidos consecutivos sin conocer victorias. En resumen, el combinado de Adrián Álvarez acumuló 16 derrotas, 6 empates y apenas dos triunfos, lo que se traslada a una triste cifra de 12 puntos.
Apenas pasaron cuatro minutos de juego y Nicolás Golomba abrió el marcador para el Colectivero, ganándole la posición a su marcador tras un centro de Julián Vera, que fue capitán ante la ausencia del “Pinti” Álvarez. Más tarde, a los 36, el propio Golomba se vistió de asistidor, porque vio a Pablo Álvarez de Olivera, que le ganó la espalda a los defensores y la jugó para que este defina con categoría para ampliar la distancia.
Fue un buen inicio para elenco misionero, pero en el complemento el DT rival, Roberto Marioni, hizo cambios claves que cambiaron el rumbo del partido.
Cuando iban diez minutos el ingresado Tomás Bacas, de cabeza, anotó el descuento y desde ese momento el Decano se animó a más con complicidad de Crucero en algunas jugadas. A los 27, Rodrigo Montenegro colocó la paridad, también de cabeza, luego de un mal cálculo del arquero juvenil Mirko Romero, uno de los tantos canteranos que presentó Crucero. Pero todavía quedaba más y cinco minutos antes del cierre del encuentro apareció Hernán González, otro de los ingresos desde el banco, para estampar el tercero.
En casa, ante su gente fue la última función y triste, por cierto. Sin embargo, al Colectivero le quedará un último partido antes de dejar definitivamente la categoría y dar un paso en retroceso hacia el amateurismo.
La fecha que tiene tendrá como rival a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, de visitante, y el duelo marcará el final de un camino lleno de altibajos. ¿Y luego? un largo descanso, dar vuelta la página y empezar de nuevo.





