La Comisión Forestal para América Latina y el Caribe (COFLAC) de la FAO realizó esta semana en Ciudad de Panamá su 34ª sesión, con la mirada puesta en la gestión sostenible de los bosques, la promoción de bioeconomías y la urgencia de movilizar recursos frente a la crisis climática.
El encuentro reúne a gobiernos, especialistas, sociedad civil y empresas privadas en un foro que busca consensuar estrategias comunes para un continente que concentra el 23% de los bosques del planeta.
El mensaje de apertura fue claro: “Gestionar de manera sostenible los bosques de América Latina y el Caribe no es solo una prioridad regional, es un imperativo global”, afirmó Ewald Rametsteitner, subdirector de la División Forestal de la FAO.
El funcionario remarcó que la preservación de la biodiversidad no puede desligarse del bienestar de las comunidades que dependen directamente de los ecosistemas forestales.
En este contexto, Misiones aparece como un actor clave. La provincia alberga una porción vital del Bosque Atlántico del Alto Paraná, uno de los más biodiversos y amenazados del continente.
Con más del 40% de su superficie cubierta por selva paranaense y un régimen de protección ambiental pionero en el país -como la Ley de Corredores Verdes y la creación de más de 100 áreas naturales protegidas-, Misiones combina un perfil conservacionista con el desarrollo de un sector forestoindustrial que genera empleo, exportaciones y valor agregado.
Los desafíos que se debaten en la COFLAC resuenan en la agenda local: incendios forestales que en los últimos veranos golpearon el norte provincial, plagas que afectan a plantaciones de pino y eucalipto, y la presión de la frontera agrícola que amenaza con fragmentar el monte nativo.
La discusión sobre financiamiento internacional para la conservación y restauración cobra relevancia para Misiones, que reclama compensaciones por los servicios ecosistémicos que aporta al país y al mundo, como la provisión de agua, la regulación climática y la captura de carbono.
La FAO advierte que, aunque en las últimas décadas se redujo a la mitad la tasa de deforestación en la región, la pérdida de 2,7 millones de hectáreas anuales sigue siendo alarmante.
Conservación y desarrollo
Para Misiones, donde el monte nativo representa identidad cultural y recurso económico, esa estadística se traduce en la necesidad de políticas que conjuguen conservación y desarrollo.
En la agenda de Panamá también figuran temas sensibles para la provincia: la promoción de bioeconomías forestales, donde Misiones ya da pasos con iniciativas de bioplásticos, bioinsumos y energía a partir de biomasa; y los enfoques integrados de prevención de incendios, un aspecto crítico tras los episodios que afectaron a San Ignacio, Apóstoles y San Vicente en los últimos años.
La participación de Argentina en el foro permitirá además visibilizar la experiencia misionera en materia de restauración de paisajes degradados y certificación de productos forestales, dos aspectos que colocan a la provincia en sintonía con las demandas globales de sostenibilidad.
Desde su creación en 1948, la COFLAC actúa como plataforma de coordinación y asesoramiento entre 37 países.
Cada dos años revisa políticas que luego son elevadas a instancias mayores como la Conferencia Regional de la FAO y el Foro de Naciones Unidas sobre Bosques. Esta vez, de cara a la COP30 en Brasil, la meta es clara: que los bosques latinoamericanos, y dentro de ellos la selva misionera, sean protagonistas de una estrategia global que combine protección, desarrollo y justicia ambiental.





