Un joven de 26 años fue detenido este miércoles como sospechoso vinculado al hallazgo del cuerpo sin vida, el lunes por la tarde en Bernardo de Irigoyen, de una mujer que aún no se logró identificar.
Se trata de un exsoldado voluntario del Ejército cuyo automóvil fue identificado por los investigadores de la Unidad Regional XII como el presunto vehículo visto en la zona de la aparición del cadáver minutos antes de las 17.30.
Precisamente en el Chevrolet Corsa gris interceptado ayer en el barrio Ramos de Irigoyen, se hallaron ayer evidencias para analizar por la Policía Científica, entre ellas, cabellos largos y varias manchas que podrían analizarse y determinarse un patrón de ADN que, de coincidir con el tomado al cuerpo encontrado, se avanzaría en el esclarecimiento definitivo.
Un detalle que las pericias deberán confrontar es que al Corsa secuestrado, le falta la funda del asiento trasero y el lunes, con la confirmación del hallazgo del cadáver con heridas de arma blanca y traumatismos de golpes, también se secuestró en el mismo lugar (paraje Juan Manuel de Rosas) una tela o funda de automóvil con rastros que podrían corresponder a sangre.

Sigilo y precisión
La aprehensión se concretó este miércoles porque los investigadores avanzaron sobre el dato que surgió en el barrio Ramos y que indicaba que el exsoldado fue obligado a abandonar la vivienda en que residía porque su pareja lo denunció por violencia de género.
Determinaron los policías que, durante el transcurso del día el joven iba a intentar regresar de San Antonio o Dos Hermanas, pueblos que alterna frecuentemente para vivir. Se montó vigilancia y apenas fue observado, a una cuadra de la vivienda a la que no tenía autorización judicial para regresar, el Corsa gris con detalles precisos, guardabarros delanteros y capot pintados de negro, fue interceptado por los pesquisas.
Misterio
El avance en la investigación no pudo determinar aún la identidad del cadáver hallado el lunes en el paraje Juan Manuel de Rosas, también conocida la zona como Gramado, en Irigoyen.
Por descarte, hasta el momento solo se alejó la posibilidad que se trate de una misionera o argentina, ya que los registros de búsquedas de paradero no coinciden con los rasgos y características de esta víctima. Restan los informes solicitados a la policía brasileña. Solo se tiene la aproximación de la edad: 65 años; y un par de anteojos de sol y una cartera.
Según los estudios del médico legista de la UR-XII el cuerpo tenía múltiples lesiones, un golpe en el cráneo, hematomas en ambos ojos, cortes profundos en el cuello que se extendían al pecho, heridas en tráquea y vasos sanguíneos, además de lesiones compatibles con arma blanca en brazos, abdomen y espalda.





