El reconocimiento legal de aportes por tareas de cuidado para mujeres en Argentina constituye un avance significativo en materia previsional. Esta medida permite que mujeres que no alcanzan a completar los 30 años de aportes exigidos para jubilarse puedan computar años equivalentes por el cuidado de sus hijos, un trabajo históricamente no remunerado pero fundamental en la sociedad.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de Misiones la abogada especialista en Derecho Previsional, Florencia Markarián, explicó que este beneficio está destinado exclusivamente “para todas aquellas mujeres que tengan ya la edad jubilatoria, pero que no alcancen a cubrir los años de aportes que se exigen, que son treinta años”.
La edad mínima para jubilarse en estos casos es de 60 años, y el trámite es sencillo, aunque destacó la importancia de verificar que “en el organismo previsional, en la ANSES, figuren todos los hijos”. Subrayó que a veces “las mujeres ingresan y tienen, por ejemplo, tres hijos, solamente les figura uno”, por lo que recomienda hacer el trámite con anticipación.
Para ello, deben contar con la documentación: partida de nacimiento, documento, en caso de hijo con discapacidad contar con el CUD y para hijos adoptados sentencia de adopción. Aclaró que al ingresar a la página de Mi ANSeS pueden fijarse cuáles son los hijos registrados y los años de aportes que figura.
El reconocimiento consiste en que por cada hijo nacido vivo se registra “un año de aporte”, mientras que para hijos con discapacidad o adoptados se computan “dos años” y si la mujer cobró la asignación universal por el hijo, “son tres años por cada hijo por el que cobró asignación universal”. De esta manera, la iniciativa busca que las mujeres puedan alcanzar esos 30 años de aportes mínimos, teniendo en cuenta que “son las mujeres las que les cuesta más llegar a cumplimentar esos 30 años exigidos por la ley” debido al rol tradicional de cuidado familiar.
En cuanto a la normativa vigente, Markarián aclaró que, a diferencia de sistemas anteriores en los que se reconocían “dos años solamente en el caso de adopción o discapacidad”, ahora se toma “un año por cada hijo si no tiene ninguna de estas condiciones”. También explicó que la “moratoria de la (ley) 27.705 no rige para aquellos que cumplen la edad”, es decir, la jubilación con descuento de moratoria no está disponible para mujeres de 60 años o más, aunque quienes aún no hayan llegado a la edad jubilatoria pueden comprar años de aporte desde los 50 años en mujeres y 55 en hombres.
Además, la especialista recordó que hay una ley de moratoria vigente, la 24476, que permite a quienes nacieron antes de 1975 regularizar años de aportes hasta septiembre de 1993. Sin embargo, aclaró que “si una persona quiere regularizar dos años de aportes y quiere comprar en el 90 pero estuvo aportando como monotributista, ese año no lo va a poder comprar, va a tener que ser otro”.
Markarián enfatizó que la gran mayoría de las mujeres “utilizan este recurso para no tener que pagar tantos años”, ya que la moratoria vigente es “cara”, con cuotas aproximadas de “30 mil pesos por mes de aporte” a regularizar. De esta forma, el reconocimiento de aportes por tareas de cuidado se presenta como una “gran ayuda”, especialmente para quienes tienen hijos. Además, recordó un punto clave: “si tuvieron hijos y fallecieron, de todas formas pueden computar años de aportes por esos hijos”.
La especialista también resaltó el valor social de estas tareas, afirmando que se trata de “un trabajo no remunerado, pero sí reconocido hoy en día por el organismo previsional”, y que representa un reconocimiento justo del cuidado como trabajo. Asimismo, informó que “muy pocas mujeres llegan con los 30 años de aportes, una de cada diez mujeres, mientras que tres de cada diez hombres llegan con los 30 años para jubilarse sin necesidad de moratoria”, evidenciando la brecha histórica en la acumulación de aportes entre géneros.








