El hallazgo de tejido azul brillante en cerdos salvajes del condado de Monterey encendió las alarmas de las autoridades sanitarias y ambientales de California. La coloración, que parecía “un azul neón, un azul arándano”, según describió el trampero Dan Burton, sugiere que los animales habrían ingerido difacinona, un rodenticida anticoagulante utilizado en la agricultura.
Burton, propietario de la empresa Urban Trapping Wildlife Control, relató que en sus años de experiencia había capturado cientos de cerdos salvajes, pero nunca había visto algo parecido. “No me refiero a un poco de azul. Me refiero a un azul neón”, señaló. El hallazgo fue reportado al Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California, que ya emitió advertencias a cazadores y tramperos.
La agencia instó a no consumir carne contaminada y a dar aviso inmediato en caso de detectar pigmentación azul en la grasa o tejidos de animales como cerdos salvajes, ciervos, osos o gansos. “Los cazadores deben ser conscientes de que la carne de animales de caza podría estar contaminada si ese animal ha estado expuesto a raticidas”, explicó Ryan Bourbor, coordinador de investigaciones de pesticidas.
Los cebos rodenticidas suelen contener tinte azul para identificarlos, pero mientras los humanos pueden reconocerlo, los animales no distinguen el color y terminan ingiriéndolo. El problema no se limita a las presas: los depredadores y las personas que consumen animales contaminados también pueden sufrir una “exposición secundaria” porque la sustancia permanece en órganos y tejidos.
Un estudio de 2023 reveló que la difacinona requiere más de una ingesta para alcanzar una dosis tóxica letal, pero aun en niveles bajos puede generar síntomas como letargo y hemorragias internas. El episodio reaviva la discusión sobre el uso de venenos anticoagulantes en la agricultura, cuya aplicación fue restringida en 2024, pero cuyos rastros siguen apareciendo en la fauna silvestre californiana.










