El 19 de agosto está marcado en el calendario sanitario universal como el Día de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una afección que constituye la primera causa de insuficiencia renal aguda en lactantes y niños de primera infancia y la segunda causa de enfermedad renal crónica en Argentina, con la tasa de incidencia más alta del mundo en niñas y niños.
Se trata de una enfermedad que se transmite por la ingesta de agua o alimentos contaminados por una bacteria que se llama Escherichia coli, que se encuentra principalmente en carne mal cocida y en aguas contaminadas.
Por eso es sumamente importante que a la hora de dar de comer a los niños alimentos como carne siempre se encuentre muy bien cocida, que no tenga color rojo; y lavar los alimentos los vegetales con agua corriente, que esté no está estancada, que no esté contaminada, y lo mismo para lavarnos las manos antes de preparar los alimentos.

Respecto a los síntomas, esta enfermedad comienza con un cuadro de diarrea acuosa y por lo general se darán deposiciones sanguinolentas, también puede haber vómitos, fiebre.
Es un cuadro que si no se atiende en las primeras instancias, puede desencadenar una insuficiencia renal aguda, una anemia grave, una disminución muy importante de las plaquetas sanguíneas y va a empezar con esta insuficiencia renal a disminuir la producción de orina, esto además produce un aumento de la presión arterial y, a una instancia más grave, síntomas neurológicos.
Ante la primera señal de un cuadro de diarrea con sangre, es muy importante que los papás concurran rápidamente a un centro de salud para hacer la consulta pertinente y poder hacer un diagnóstico a tiempo e impartir un tratamiento en el momento que arrancan los síntomas
Consejos básicos para evitar el SUH

- Cocinar bien la carne: mejor muy cocida que poco, que no quede color rojo
- Cuando la carne está congelada hay que descongelarla en la heladera, no al aire libre
- Evitar el consumo de carne picada en los niños más chiquititos, porque la carne picada suele ser más manipulada y hay más riesgo de contaminación
- Lavar las verduras con agua corriente
- Asegurarse de la calidad del agua que se consume, que no esté estancada o contaminada
- Mantener los alimentos con una buena cadena de frío
- Consumir lácteos que estén pasteurizados y correctamente refrigerados
- Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos
- No mezclar alimentos: por ejemplo, en una tabla donde se corta carne cruda no se debería después cortar verduras, hay que usar tablas distintas porque se contaminan los alimentos entre sí
- No preparar los alimentos después de cambiarle los pañales a los bebés o después de ir al baño









