La forestoindustria atraviesa uno de los momentos más difíciles de los últimos años. Las consecuencias de la paralización de la obra pública y la retracción de la privada, la apertura de importaciones y el limitado acceso al crédito, están golpeando particularmente a las PyMEs del sector.
Ayer, una histórica maderera de Eldorado anunció el cese de sus actividades y la suspensión de sus doce trabajadores, en principio, por un mes; mientras que en la ciudad correntina de Virasoro, la Forestadora Tapebicuá, una de las principales madereras del norte argentino, paralizó sus actividades y dejó sin goce de haberes a 520 empleados. Por eso, la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA), que reúne a 28 cámaras distribuidas en todo el país, está conformando un comité de crisis con representantes de todas las regiones.
“En un 90% representamos PyMEs y son las que están atravesando una situación compleja”, resaltó Mercedes Omeñuka, presidente de FAIMA a la FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Sin dudas, dijo, “hay un denominador común” y es la falta de rentabilidad que hoy tiene el sector. En las grandes empresas, el efecto se nota principalmente en esta reducción, mientras que, en las pequeñas y medianas empresas, el golpe es mucho más fuerte: caída en ventas, reducción de la producción y márgenes mínimos que, derivan en trabajar a pérdida, en algunos casos.
Omeñuka aseguró que entre las afectadas hay industrias de primera transformación -como aserraderos que producen tablas y tirantes- y otras con procesos de mayor agregado de valor, que fabrican productos terminados o subproductos. Aunque, estas últimas pueden diversificar mercados. Pero la caída general de la actividad también las afecta.
La dirigente también reveló que, además del cúmulo de problemas que deben sobrepasar, las empresas se enfrentan a plazos de cobro cada vez más largos en el mercado interno, que hoy se ubican entre 90 y 120 días. “Esto genera un desacomodo financiero enorme. Muchas PyMEs recurren a préstamos para afrontar pagos, pero en la actualidad las tasas son inaccesibles”, explicó.
Consultada acerca de las expectativas de recuperación del sector, Omeñuka fue clara y contundente: “Hemos estado consultando entre nuestros socios y nadie tiene expectativas de una mejora en el corto plazo, más bien se mantendría esta situación”, alertó.
El caso Tapebicuá como punto de partida
El cierre temporal de la Forestadora Tapebiucuá, en Corrientes, con la suspensión de más de 500 trabajadores y una de las empresas más importantes de la región, fue una señal de alarma.
“Esto no solo afecta a la economía por la pérdida de actividad, sino que genera un problema social serio al dejar a mucha gente sin trabajo. Debemos evitar que esta situación se replique en otras industrias, porque sería caótico para el sector”, advirtió Omeñuka.
En este marco, comentó que la primera reunión del comité de crisis está prevista para la próxima semana, “queremos que sea diverso para que estén contempladad toda la cadena y todas las regiones o zonas”, dijo. Allí se definirán los primeros pasos a seguir y se buscará articular con gobiernos provinciales, locales y el nacional para implementar medidas que alivien la situación.
Riesgos del contexto internacional para Misiones
En cuanto al escenario externo, la presidente de la FAIMA se refirió a la decisión de Estados Unidos de aplicar aranceles a productos brasileños y la libre importación que decidió el Ejecutivo nacional, lo que podría derivar en una mayor llegada de productos desde Brasil en particular y de otras regiones en general, por ejemplo, de China, como alertó anteriormente la FAIMA.
En este sentido, dijo que es un tema para “tomarlo con pinzas”, porque “muchos lo ven como una oportunidad (Gobierno nacional), pero para nosotros, los misioneros, puede ser un problema, sobre todo en regiones limítrofes. Tenemos una carga impositiva enorme y no podemos competir en igualdad de condiciones con el país vecino. Además, los volúmenes de producción de Brasil son muy superiores a los nuestros”, advirtió.
“Es un tema que venimos monitoreando desde la Federación, pero es un tema para tomarlo con mucho cuidado”, cerró.




