El caso que conmociona a Río Cuarto sumó detalles estremecedores. La autopsia practicada a Aaron Benjamín Alaniz, de 14 años, reveló que el adolescente murió tras recibir 12 puñaladas en la zona de la nariz, mentón y cuello. El informe también precisó que no presentaba lesiones defensivas, lo que indica que no hubo forcejeo ni intento de defensa previo al ataque.
El hecho ocurrió en una vivienda de la calle Aníbal Ponce al 1100, en el barrio Obrero. Allí vivía Aaron junto a su madre, María Juárez, de 46 años, quien fue detenida e imputada por homicidio calificado por el vínculo. Según las primeras investigaciones, la mujer diagnosticada con esquizofrenia, habría estado bajo el cuidado de su hijo para evitar que se autolesionara.
La tragedia salió a la luz cuando Juárez llamó al padre del adolescente, con quien estaba separada, para decirle que había tenido “un blanco” y que, al volver en sí, encontró a Aaron sin vida. Al llegar, el hombre halló el cuerpo del menor en un charco de sangre, con un cuchillo de cocina al lado, mientras la mujer permanecía sentada y en silencio.
La acusada permanece internada bajo custodia policial en el Hospital San Antonio de Padua por cortes en una pierna. Será sometida a estudios psiquiátricos para determinar si comprendía la criminalidad de sus actos al momento del hecho.En el lugar, la Policía secuestró el arma blanca, teléfonos celulares, sábanas con manchas de sangre y otros elementos para peritajes. Vecinos describieron a la familia como “muy solidaria” y expresaron su asombro por el crimen.
Las autoridades judiciales sostienen que, tras la autopsia, la hipótesis de un conflicto previo entre madre e hijo quedó prácticamente descartada, y que la línea más fuerte apunta a la descompensación psiquiátrica de la acusada.








