En el marco de la 137° Exposición Rural de Palermo, el presidente Javier Milei anunció una reducción de retenciones para los sectores agropecuarios, entre ellos el de la carne. La medida, que según el mandatario busca “dar impulso al campo, el sector con mayor productividad en la economía”, generó expectativas sobre su posible impacto en los precios del mercado interno. Sin embargo, desde el sector comercial y cooperativo local consideran que la decisión no tendrá efectos visibles en el bolsillo del consumidor argentino.
Así lo expresó Gabriel Vidal Rodríguez, referente de la Cooperativa Virgen de Fátima, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, quien explicó que la baja anunciada solo afecta a las exportaciones y no repercutirá en los precios de la carne que se consume a nivel local.
“Ojalá tuviéramos esa esperanza, pero lamentablemente no. No creo que esto repercuta en el mercado interno”, sostuvo. “Todos los cañones apuntan a afuera. La carne que consumimos nosotros, el consumo especial que no es de exportación, no está afectada por esa baja”, explicó.
Según Vidal Rodríguez, la medida beneficia exclusivamente al mercado externo, donde los productores obtienen mejores precios. “El beneficiado es el comprador de afuera, no nosotros”, afirmó, al tiempo que remarcó que “las retenciones son a la exportación, está todo ligado a eso”.
Costos, granos y lógica de mercado abierto
Consultado sobre un posible efecto indirecto en los costos de producción, Rodríguez indicó que si bien una baja en los granos podría reducir levemente el precio de los alimentos para el ganado, eso solo ocurriría si hay una superproducción, algo que no está garantizado. Además, explicó que el consumo interno argentino es 100% feedlot, por lo que cualquier variación sería “mínima”.
“Este Gobierno plantea una política totalmente abierta, entonces el dueño de la pelota tiene total libertad de decir: ‘¿Lo vendo acá o afuera más caro?’”, analizó. Según explicó, la lógica de mercado abierto sin regulación ni compromiso con el abastecimiento interno limita las posibilidades de una baja de precios para los consumidores locales.
Asimetrías y fuerte caída del consumo
Rodríguez también se refirió a los efectos que está teniendo la diferencia cambiaria con Paraguay, especialmente en Posadas. “En los últimos meses se sintió mucho, hay una caída del consumo del 20 al 30%”, afirmó, y señaló que los consumidores cruzan la frontera para comprar carne y otros productos, lo que repercute directamente en la actividad comercial local.
“Es un círculo vicioso. La gente va a Paraguay, compra carne y mercadería allá, y esa plata no me llega a mí. Tarde o temprano voy a tener que achicar la estructura. Alguien se va a quedar sin trabajo”, advirtió.
Respuesta a las críticas y contexto inflacionario
El referente también respondió a quienes plantean que, cuando la situación es inversa y los paraguayos compran en Argentina, los comerciantes locales no se quejan. “Cuando era al revés, estábamos peleando contra una inflación de más de 20 puntos mensuales. Esa plata no se capitaliza”, dijo.
“No es tan así como la gente cree. El comerciante no se queda con toda la ganancia cuando es al revés”, aseguró, y remarcó que la inflación borra cualquier margen de ganancia que pudiera generarse.
Precios estables y sin aumentos en el corto plazo
Sobre la evolución de los precios, Vidal Rodríguez anticipó que no se esperan aumentos importantes en la carne vacuna. “Estamos pasando el bache más complicado por la falta de consumo. Si hubiera más demanda, los valores serían otros”, explicó.
Además, indicó que en los próximos días comenzará a salir la nueva zafra de terneros, lo que podría contribuir a la estabilidad de los precios. “No creo que tengamos movimientos de precios en la carne roja”, señaló.
Por otro lado, resaltó que los precios de la carne blanca, como cerdo y pollo, se mantuvieron estables e incluso bajaron entre un 2% y un 3% durante julio, aportando algo de alivio al bolsillo en medio de un contexto económico complejo.




