En las localidades del sur de Misiones, una actividad tradicional cobra renovado impulso: la producción ovina y caprina. Gracias al trabajo articulado del INTA, el Senasa, municipios instituciones provinciales, cooperativas, organizaciones de productores, y ONG’s, más de 400 familias productoras están transformando la ganadería menor en un eje de desarrollo sustentable, con generación de empleo, agregado de valor local y participación comunitaria.
Tanto la cría de ovejas, como de cabras (ovinicultura y caprinicultura) son prácticas que atraviesan transversalmente a las explotaciones familiares de la región desde hace generaciones. Desde Santa Ana hasta Posadas y desde San José hasta Candelaria, se ha consolidado un entramado productivo que involucra tanto a pequeños como medianos productores, con un acompañamiento técnico continuo por parte de las Agencias de Extensión Rural (AER) del INTA, conformando equipos técnicos multidisciplinarios con varias instituciones.
Aunque el foco principal está en la producción de carne, muchos emprendimientos han diversificado su propuesta: elaboran productos de lana: cotones, hilados y prendas artesanales, cuero curtido, “pellones”, y aperos, así como artículos y accesorios con identidad regional. Esta mirada integral de la producción ovina abre nuevas oportunidades, en especial para mujeres y jóvenes rurales que encuentran en esta actividad una forma de integración y protagonismo.
Capacitación, sanidad y genética: pilares de una producción eficiente
Desde 2016, se han desarrollado capacitaciones técnicas permanentes que abarcan desde el manejo sanitario y del ciclo productivo de las majadas, hasta el mejoramiento genético, incorporando razas adaptadas al entorno local. Gracias a este trabajo sostenido (y aportes de la “Ley Ovina Nacional”), en 2021, la región fue declarada libre de brucelosis ovina, y se logró reducir significativamente la incidencia de parasitosis internas mediante prácticas responsables.
La introducción de razas de pelo, razas tropicales “poliéstricas” (entran en celo todo el año) junto a la mejora en instalaciones, tecnologías de producción de forrajes y protocolos de sanidad permitió mejorar notablemente los índices productivos. En algunos establecimientos se pasó (en un proceso de mejora continua de años) de un destete menor al 80% a lograr, en casos, índices cercanos al 120% (es decir, más de un cordero por madre al año), lo que representa un salto cuantitativo de eficiencia.
A la par, más de 30 emprendimientos accedieron a mejoras en infraestructura (a través de su propia reinversión, créditos y subsidios nacionales y provinciales) -corrales, instalaciones de resguardo, equipamiento- lo que redujo el impacto de los ataques de predadores y optimizó el manejo.
Organización y asociativismo: claves para el desarrollo territorial
El trabajo en red no se limita al plano técnico. Desde el INTA Posadas y su trabajo articulado, se promovió el desarrollo de grupos asociativos que derivaron en la creación de, primero grupos informales (Cambio Rural ovinos, caprinos y de turismo rural) y luego cooperativas y fundaciones. Estos espacios no solo mejoran el acceso a recursos y mercados, sino que también fomentan la participación activa de las familias productoras, con una fuerte inclusión de mujeres y jóvenes.
Actualmente, en la Cuenca Ovino-Caprina del sur misionero funcionan cuatro cooperativas y dos fundaciones, además de grupos informales, que trabajan articuladamente en producción, agregado de valor, comercialización y turismo rural. Esta red ha dado lugar a experiencias únicas de autogestión, con fuerte arraigo en el territorio.
En este marco, también se instalaron módulos de intensificación sustentable, en campos privados, que funcionan como centros demostrativos para capacitar en técnicas de producción de forrajes, “material semilla” y Pastoreo Racional Intensivo y regenerativo, adaptadas a las condiciones locales.

Producción con enfoque ambiental y comunitario
Las producciones ovina y caprina en Misiones avanzan considerando la dimensión ambiental. Se trabaja con una mirada en la “convivencia con la fauna silvestre” -como los felinos- y en la obtención de un sello de “carne a pasto”, que certifique buenas prácticas sobre pastizales naturales (aquí se da un trabajo de articulación con “Aves Argentinas” y “Carne de Pastizal”).
Además, se impulsa una red de prevención de “incendios rurales en fase temprana”, con participación municipal y comunitaria, además de coordinación con fuerzas de seguridad, generando una cultura de cuidado ambiental y resiliencia territorial.
Gobernanza territorial para un desarrollo con equidad
Desde 2016, más de 20 instituciones públicas y privadas conforman la Mesa de Gestión de la Cuenca Ovino-Caprina del Sur, una red de gobernanza multinivel que busca generar políticas públicas adaptadas a las necesidades del territorio. Su premisa: generar riqueza desde los recursos locales, con equidad, solidaridad y sostenibilidad, compartiendo conocimientos y generando participación.
Esta articulación permite diseñar estrategias de producción, transformación y comercialización que contemplan el contexto socioeconómico, la biodiversidad y la cultura del territorio. Una apuesta por el desarrollo integral, donde la ganadería ovina y caprina -con innovación, cooperación y una fuerte mirada ambiental- se proyecta como protagonista del futuro rural de Misiones.








