En agosto del año pasado, el hallazgo de partes de un cuerpo en un paraje de las afueras de San Antonio motivó la detención del vecino de un hombre que se encontraba desaparecido. Los testimonios indicaron que el sospechoso había avisado que iba “picar” a la presunta víctima. Más de diez meses después del hecho, la defensa pidió la libertad del acusado.
Si bien no trascendieron los argumentos de la defensa para solicitar el beneficio, este Diario sí pudo saber que el juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Martín Brites, le denegó el pedido de libertad al acusado del homicidio de José Airton De Oliveira (52).
El sindicado autor (48), según lo determinado en la investigación, tiene prisión preventiva por “homicidio simple” desde el pasado enero. Ante el avance de la pesquisa, no se descarta que antes de fin de año pueda ser completado el material probatorio para la causa y que la fiscalía opine por el cierre y la elevación a juicio.
El caso se conoció cuando sus familiares, al no saber nada de él por varios días, se dirigieron a su chacra y no lo hallaron en su casa. Le preguntaron a un vecino y dijo que tampoco sabía nada de él desde hacía tiempo. Cuando comenzaron a caminar por la propiedad encontraron partes de un cuerpo desmembrado, al que le faltaba el torso, la cabeza y las extremidades superiores.
Avisaron a la policía y en base a los indicios que había allí, todo indicaba que los restos pertenecían a De Oliveira. Efectivos policiales rastrillaron la zona y encontraron un trozo de mandíbula humana.
Los investigadores iniciaron las averiguaciones y supieron que la víctima había tenido problemas con un vecino, por una discusión que comenzó con la no devolución o la demora en entregar una biblia que uno le había prestado al otro.
Esa cuestión simple habría motivado un encono profundo del ahora sindicado como autor del crimen. En base a los testimonios de conocidos, él habría revelado que en cualquier momento se iba encargar de hacer desaparecer a De Oliveira. Decía que lo iba “picar” con el machete. Luego habría confesado a un conocido que ya se había encargado de él.
Es por ello que los investigadores creen que la víctima fue descuartizada, aunque no descartan que los animales puedan haber arrastrado partes del cadáver.
La autopsia no pudo determinar la causa de muerte, debido a la ausencia de partes blandas del cuerpo. Pero sí el análisis forense evidenció que había sido seccionado con un elemento filoso como ser un arma blanca. Precisamente un machete marca Cirirí con manchas de sangre fue secuestrado. Se cree que con ese elemento le quitaron la vida a Oliveira.









