Las estaciones de servicio de YPF en Misiones aplicaron durante el fin de semana un nuevo ajuste de precios, con una suba promedio del 2,5%. La actualización se produjo apenas dos semanas después de la modificación anterior, que ya había elevado los valores hasta un 5% más.
Con esta nueva alza, los surtidores de la empresa estatal reflejan los siguientes precios: nafta súper a $1.390, infinia a $1.604, infinia diésel a $1.607 y diésel 500 a $1.407,33.
El incremento encendió nuevamente el debate sobre la política de precios del sector, en un contexto de marcada incertidumbre para los consumidores y preocupación creciente entre los expendedores.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios y Afines del Nordeste (CESANE), Faruk Jalaf, explicó que el reciente ajuste solo impactó en la red de YPF y no en otras compañías.
“Subió solamente YPF”, sostuvo, y argumentó que la petrolera estatal “había tenido una suba muy por debajo de lo que habían tenido otras empresas”.

Jalaf remarcó que YPF cuenta con un esquema de precios muy distinto al del resto del mercado: “Tienen un sistema por el cual suben o bajan en cualquier momento, a cualquier horario, y en determinadas estaciones sí y en determinadas no”, describió.
Además, puntualizó que los surtidores están conectados en línea y los valores pueden actualizarse de forma remota, lo que incluye incluso el cartel de precios en aquellos puntos de venta donde ya se instaló esa tecnología. Desde Puerto Madero, en la sede central de YPF, se gestiona un sistema que permite modificar los precios durante la madrugada, según el propio Jalaf.
“A la noche bajan los precios un 3% en el horario de 1 a 6, eso hace que cuando haya variaciones en el precio o mayor demanda, lo suben y si no, lo bajan”, explicó.
Para las otras firmas, replicar este mecanismo resulta inviable por diferencias estructurales: “No están en línea y además el combustible es de los dueños, lo pagan antes y manejan el precio. Las petroleras dan un precio sugerido”, remarcó.
Shell y Axion sin aumentos
En contraste con la petrolera estatal, Shell y Axion aumentaron en junio, pero todavía no actualizaron sus valores en lo que va del mes actual. Shell tiene su nafta súper en $1.433 y la v-power en $1.665, el diésel común a $1.459 y el v-power diésel a $1.695. Por su parte, Axion fijó sus precios en $1.395 para la súper, $1.654 la quantium, $1.487 el gasoil económico y $1.695 el quantium diésel.
YPF, la más barata
Con estos valores, YPF volvió a quedar por debajo de la competencia en algunos productos.
El titular de CESANE advirtió que las estaciones atraviesan una situación compleja: “La mayoría están complicadas, salvo las de la zona centro que estaban con una mayor venta”, señaló a la radio de PRIMERA EDICIÓN.
En gran parte del país, la baja en el volumen de expendio y la caída de los márgenes de rentabilidad afectan de manera directa la sostenibilidad de los negocios. A esto se suma una migración de consumidores hacia YPF, que según Jalaf, incrementó sus ventas nocturnas un 25%.
El empresario también se refirió al desfasaje existente entre los precios actuales y el ritmo de la inflación: estimó que ahora el atraso ronda entre el 15% y el 20%, aunque aclaró que “depende de la provincia, el lugar y el precio que le dan a cada estación”.
Es que no existe un valor único en el país, ni siquiera entre estaciones de una misma firma: “Hay diferencias dentro de una misma ciudad”, ejemplificó.
Otro punto abordado por Jalaf fue el sistema de autoexpendio. En ese sentido, aclaró que “es optativo” y no obligatorio en la mayoría de las provincias. Solo tres jurisdicciones lo prohíben por normativa local y en el resto del país queda a criterio del propietario implementarlo, aunque requiere de inversiones importantes.
“Hay que hacer modificaciones que no son baratas en los surtidores para poder poner el sistema”, explicó.
Sobre la posibilidad de que esa modalidad reemplace al modelo tradicional con empleados, Jalaf fue escéptico. A su entender, el público no está familiarizado con el autoservicio y prefiere que el personal cargue el combustible. “No saben cómo proceder y es mucho más cómodo”, dijo.





