Sacar un turno médico en el Hospital SAMIC de esta localidad es muy difícil y hay malestar en la población porque cada vez es más larga la fila por el nuevo sistema de adjudicación de turnos implementado desde mayo de este año.
Para disminuir el porcentaje de ausentismo a los turnos, el hospital implementó un nuevo sistema de adjudicación de turnos, con asignación de los mismos solo dos días al mes: el 5 y 16 de cada mes. Por eso, esos días, las filas para asegurarse un turno comienzan a la madrugada y se extienden durante parte de la mañana. Para los que tienen trabajo implica a veces tener que pedir el día para poder asegurarse el turno médico.
“La cola es interminable, este miércoles 16 había gente desde las 4.30 de la madrugada esperando y que no fue atendida hasta las 9 de la mañana… toda esa gente llegó tarde al trabajo o directamente no fue a trabajar para poder sacar el turno. Mi hija fue a las 4.30 de la madrugada y ya había mucha gente en la fila tremenda, cerca de 60 personas. Por suerte, la gente respeta el orden de llegada hasta que cerca de las 7.30 abren las puertas del hospital para dejar entrar a la gente”, contó una vecina.
Coleros y sus tarifas
Generalmente, los que hacen fila aprovechan para sacar turnos no solo para ellos sino para sus familiares. Y con el nuevo sistema aparecieron los “coleros”, los que hacen fila y cobran 10.000 pesos por sacar turno a un tercero.
“Para no llegar tarde al trabajo mi hija terminó pagando 10.000 pesos a un colero, la tarifa que le pasó es 10.000 pesos por persona o sea que si ella tenía que sacarme un turno a mí y a su abuelo ya le cobraba 30.000 pesos”, contó una vecina.
Un sistema de asignación de turnos por Whatsapp o una vía digital, al menos como forma complementaria al sistema presencial, ayudaría a reducir el tiempo de espera y, con ello, también el oportunismo de los “coleros”.

Más demanda a la salud pública
El aumento sin tope del Estado de los coseguros de las obras sociales, el aumento de las prepagas a un ritmo muy superior a los salarios de los trabajadores del sector privado desencadenó un aumento de demanda para los hospitales públicos de la provincia. Los nuevos usuarios de la salud pública son las personas con obra social que acuden para no pagar los cada vez más abultados coseguros y los que dejaron de tener prepagas por no poder pagarlas.
“Antes no se veía esto, vivo en Eldorado hace muchísimos años y siempre me atendí en el hospital público porque nunca tuve obra social porque una prepaga es impagable. Es casi imposible para una familia tipo pagar una prepaga y por eso hoy se ve más gente en el hospital de todos los estratos sociales, desde los más vulnerables hasta los que uno se da cuenta que van muy bien vestidos o van con sus vehículos pero no disponen de dinero para pagar una consulta de 15.000 a 35.000 pesos en el sector privado y los altísimos coseguros que están cobrando las obras sociales para los estudios y prácticas”, contó una vecina.
En Posadas y el resto de la provincia, también aumentó la demanda de pacientes con obra social en los hospitales.









